Las promesas que hicieron ayer los políticos son los impuestos de hoy. William L. Mackenzie King, abogado y político estadounidense.
REALIDAD POLÍTICA. El presidente electo y ex senador Gustavo Petro ha invitado al ex presidente y ex senador Álvaro Uribe a dialogar para un ACUERDO NACIONAL. El mandatario quiere “buscar puntos comunes para una patria COMÚN,” lo cual está bien, si ese sustantivo se mantienen como tal; pero no lo sería si agregándole ISMO se pretendiera convertir en una ideología que hay que seguir.
El ex presidente Uribe ha aceptado la invitación para hablar de “las visiones diferentes de la misma patria.” Esas son las cartas sobre la mesa. Pero el final de ese ‘póker político’ no lo deciden ellos, sino el pueblo real que quiere vivir en paz.
Ambos son políticos curtidos y líderes de opinión con éxitos y fracasos; han podido manejar magistralmente los periodistas inteligentes o los viejos zorros de la entrevista presidencial; conocen el ditirambo de la construcción de leyes y las realidades de sus logros, esperanzas frustradas, costos sociales, financieros y políticos. Son personas que saben lo que hacen o no pueden hacer.
Por lo tanto, están en la edad adulta de la responsabilidad verdadera; no la responsabilidad esperada del niño para arreglar la cama; la del adolescente o el joven para portarse bien; ni la del ciudadano con todos sus desempeños y roles sociales en el cumplimiento de sus deberes.
De ahí que, como integrantes de la opinión pública, muchos nos preguntemos o tengamos suposiciones de cuál es la verdadera razón o intención para que Petro haya invitado a sus opositores a un dialogo de unidad nacional. Es de inteligentes y personas con experiencia el dudar, nos decía Descartes, porque la duda, si se utiliza de manera razonable, es el elemento fundamental para llegar a la CERTEZA.
REALIDAD EXISTENCIAL. Como todos los países del mundo que han sobrevivido a los errores propios o ajenos y disfrutan de diferentes grados de felicidad individual y social, desde hace tiempos Colombia viene buscando soluciones para sus problemas. Pero no hay que ignorar que para las supuestas soluciones existen CONCEPCIONES SOBRE: política, ideologías, partidos, religiones, ciencia, costumbres personales o sociales basadas Dios, el bien y el mal y sus derivados de moral, ética, principios, valores y antivalores. Así, el ser humano y su realidad; la historia, el tiempo, la eternidad; las elecciones y decisiones conscientes o inconscientes; la fe, muerte y más allá; el Reino de Dios y la realidad del mal; la verdad, mentira, responsabilidad , irresponsabilidad, etc., en la búsqueda o realización espiritual; o en la capacidad para llevar a cabo una VIDA FELIZ que es lo que todos buscamos tener, se han convertido en lo FUNDAMENTAL de la vida.
Sin embargo, contra todo lo anterior a algunos señores del siglo XX se les ocurrió darle protagonismo a la NADA; muchos se han dejado engañar por esa embelequería, lo que ha creado en parte, la presente confusión social de principios y valore a los que se les da el mismo protagonismo que los antivalores para armar todos los shows mediáticos del mundo. La razón para ello se erige como EL DERECHO DE ACCESO A LA INFORMACIÓN, pasando por alto el DERECHO A LA INTIMIDAD. Pero uno no sabe, si a veces se trata de un derecho o una enfermedad sadomasoquista.
DIÁLOGOS. Hay de varias clases, con dinámicas y contenidos diferentes: el de las parejas, padres e hijos, amigos; institucionales, ciudadanos, profesionales; religiosos, académicos, científicos, etc. que buscan un solo objetivo dentro de su CONTEXTO PECULIAR O PERSONAL: saber identificar el bien y practicarlo; porque las personas SABIAS, no necesariamente ilustradas y capaces, han descubierto que el bien o lo bueno, debe prevalecer sobre la multiplicidad de tentaciones u otros bienes menores, para encontrar la VERDADERA FELICIDAD.
Pero para ello, hay que darle una oportunidad a la sabiduría. Porque esta no depende de datos o gente docta; erudición o diplomas; poder o incapacidad, sino de un desconocido proceso de selección libre e interna de realidades, inspiradas por un nivel superior de consciencia, al que le hemos dado la posibilidad de existir y guiarnos.
Pero… el diálogo político es diferente. Se pueden reunir para hablar de ECONOMÍA Y SEGURIDAD, pero los problemas de esas realidades concretas, técnicas, puntuales, terminan enredados o se les achacan a cualquiera de las vertientes de la REALIDAD EXISTENCIAL de los ricos o poderosos. Los comunistas son ‘expertos’ en saltarse a la torera, esconder, soslayar o ignorar, su propia realidad existencial en el origen de los conflictos mundiales en el siglo 20 y 21 causando millones de muertos, porque para ellos, todo vale. Sería bueno echarle una mirada a EL LIBRO NEGRO DEL COMUNISMO.
Y porque sus contendores pretenden ganar algo a cambio de no perderlo todo, mediante una revolución, terminan accediendo a sus caprichos, ignorando los diferentes costos de esa rendición. Ese es el chantaje existencial de ciertos diálogos políticos. Pero cuando alguien les canta la tabla, si se atreve, esa persona es una ENEMIGA. Por el contrario. Porque un amigo no es el alcahueta; sino aquel que nos dice, devela, o explica las razones de nuestra equivocación. A no ser que ciertos camaradas se crean dioses, lo que puede ser el caso.
¿SUPOSICIONES O REALIDADES? Dice el sentido común de nuestros días que, para lograr la felicidad EN TIEMPOS DE PAZ dentro de las culturas orientadas hacia el futuro, el éxito o la felicidad dependen de procesos bien llevados que desembocan en el logro de objetivos.
Por otra parte, ese mismo sentido común nos muestra que dentro de las culturas de contacto personal como la nuestra, las soluciones se obtienen mediante el aporte inteligente, prudencial, amigable de amigos o enemigos.
Sin embargo, los más sabios se han dado cuenta que se necesitan tres factores: contactos, objetivos y trabajo. Pero como la buena política es para encontrar soluciones reales, yo diría que la felicidad de una sociedad sumida en un conflicto armado interno promovido por el NARCOTERRORISMO, necesita asumir con valentía un cuarto factor que es parte de la guerra. Aplicar TODA la legislación nacional e internacional contra el terrorismo, el narcotráfico y los delitos comunes, haciendo un esfuerzo grande y común concertado entre autoridades y ciudadanos para defender la seguridad nacional del estado, el gobierno, las comunidades y personas con el apoyo de la opinión pública. De no ser así estaremos hablando pamplinadas y el comunismo se puede instalar en nuestra patria, comenzando con su versión light, como ocurrió en Venezuela.
Ahora bien, cuando alguien asume la presidencia en Colombia, el Artículo 192 de la Constitución dice: El presidente de la República tomará posesión de su destino ante el Congreso, y prestará juramento en estos términos: "Juro ante Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia".
Por otra parte, no sé si las leyes obliguen a un presidente a llevar a cabo su programa de gobierno, o lo que pueda surgir de diálogos con amigos o enemigos; porque tales asuntos se parecen más bien a estrategias de campaña. Yo me conformaría con que el nuevo mandatario cumpliera la Constitución y las leyes del país, y que, por favor, no emprendiera 40 MEGAPROYECTOS cuya factibilidad desconocemos, así quiera hacer de Colombia una Potencia Mundial de la Vida, para lo cual necesitaríamos, simplemente, cumplir los 10 mandamientos que es el origen de todos los derechos y deberes humanos y sus diferentes ramificaciones civilizadoras.
Porque NO MATAR significa: no mates personas, su honra; y hay muchas formas de ROBAR como expropiar, y con ello quitarle la felicidad a las personas que es una táctica diabólica de matar el alma lentamente, a pesar de que pueda ser legal; pero no necesariamente legítimo ni ético. Porque no cumplir, INDIVIDUALMENTE, esos mandamientos es lo que ha creado el abismo que existe entre nuestros gritos desesperados como sociedad en busca de la felicidad y el ECO engañoso que el VACÍO O LA INEXPERIENCIA de ciertas almas les devuelve con el que toman decisiones que producen más sufrimiento. ¿Por qué les pasa eso? Es muy sencillo.
El comunismo SEDUCE INADVERTIDAMENTE a la sociedad con la palabra DIÁLOGO; porque el diálogo ENTRE INDIVIDUOS soluciona asuntos. Pero cuando esos asuntos se imponen a los grupos y cada individuo empieza a ser afectado negativamente, se da cuenta que el grupo, como conjunto, no puede llegar a ser de UN SOLO PENSAR Y SENTIR, porque entre los individuos hay separación de personalidades y pareceres.
Además, la sociedad no es capaz de llegar a ACUERDOS que le darían el poder verdadero porque ha delegado el PODER DE PENSAR a sus líderes. Error que aprovechan los comunistas para seducir con el reclamo, primero mediante el diálogo; y después violentamente porque hacen fracasar las conversaciones, mediante el método soviético en el que ‘lo mío es mío y lo tuyo lo discutiremos’; es decir, el método del embudo.
Ahora bien, los comunistas seducen con sus ideas de igualdad, libertad, fraternidad de la Revolución Francesa donde se originó todo este despelote y son muy católicos en su matrimonio político. Con ellos ese compromiso es DE POR VIDA, no hay lugar al divorcio. Porque hay muchos secretos sucios en la toma del poder; así que no los une un ideal, sino la complicidad.
Pero existen también los camaradas de mostrar, los diplomáticos, intelectuales, científicos, etc. que se mantienen lejos de la subversión para negociar los ACUERDOS, pero todos sabemos que son las dos caras de la misma moneda que a veces tiran al aire, cuando saben que no pueden ganar la guerra mediante el enfrentamiento militar con los patriotas. Así que, ¡Ojo! Dr. Uribe, porque ‘dialogar’ es otra forma de hacer la guerra con métodos aparentemente pacíficos.