"El populismo es simplemente una serie de trucos, tácticas y estrategias para obtener el poder y quedarse en él. Quien lo practica es capaz de usar cualquier ideología y adaptarla, usualmente con el mensaje de que representa a un pueblo noble, explotado por una élite depredadora y abusiva" dice Naím en una oportuna y aguda entrevista de Ricardo Ávila Pinto. Y sí: algo va del Salón Rojo del Hotel Tequendama, símbolo inequívoco del neoclasicismo partidista tradicional colombiano, a la cocina de Rodolfo, mis en scene del populismo electoral en pleno desarrollo en el país. Porque, además, la Polarización política se huele en el aire colombiano: 8 millones de votos por uno de la izquierda y 7 millones por Hernández. Estamos radicalizados y con rabia.
En cuanto a la Pos verdad o Propaganda, las redes sociales obtienen más resultados en el balotaje que las plazas llenas de fanáticos y de curiosos ondeando banderines y tocados con gorras con el nombre de su potencial candidato. Esas redes marcan la diferencia en estas calendas de tecnología comunicacional global e instantánea: nos abruman a todos por igual. Hernández, a sus 77 años, lo sabe bien y con un horizonte de vida limitado solo le resta aplicar su reciente experiencia virtual. No se llega a esa edad sin haber aprendido algo.
La corrupción, que siempre ha sido la comidilla histórica del país, desde Nariño hasta Duque, ha adquirido dimensiones definitivas en esta campaña y se ha convertido en el punto focal de todas las propuestas presidenciales. Cualquier trabajador honrado se duele de los grandes peculados de funcionaros del Estado o de empresas contratistas y oportunistas. Además de su rabioso ataque a los corruptos, "suspender de manera indefinida la operación y funcionamiento de los vehículos y demás equipos destinados al uso de los senadores y representantes a la Cámara", "Voy a arrasar con todos", le dijo a Vicky Dávila, poco sabemos de las propuestas programáticas estructurales de Hernández, aunque esperamos conocerlas en estos días. Con un ideario incompleto - ¿qué va a hacer con la inseguridad que se derrama por todo el país? - y con ítems aún vacíos, tres semanas le quedan a Rodolfo para llenarlos a satisfacción. Le falta talante de estadista, pero le sobra carácter gerencial.
Solo derrotando la sempiterna corrupción estatal y privada, podremos recomponer el camino de este país ansioso de CAMBIO, otra palabra talismán que atrae incautos, desinformados, oportunistas y aprovechados. Muchos cambios hoy cuando países como Chile, rumbo al despeñadero y Perú, en donde las reservas ejercen poderosa fuerza para la salida del Presidente Castillo y un fiscal investiga un caso de corrupción del primer mandatario, ejercen una poderosa "brisa bolivariana" (Diosdado Cabello) sobre toda la región, que podrá llegar a convertirse en un bloque antinorteamericano amenazante de la seguridad territorial de US.