Además de que “nada de lo que dice lo termina haciendo”, enumero algunos criterios para escoger a un campeón del fracaso: 1)Actúa hipócritamente. 2)Siempre tiene excusas y culpa a otros de sus errores. 3)No tolera las críticas, aunque sean irrefutables. 4)Es mezquino al extremo y pelea por todo y con los que no le “copian”. 5)En su caída arrastra a todos para no verse como el verdadero culpable. 6)Es adicto a tener aprobación, aunque sea artificial. Da “puñitos” por doquier. 7)Suele ser poco ético. 8)Solo logra enfocarse para dañar a otros. 9)No logra ocultar su envidia. 10)Solo se oye a sí mismo y a quienes son su eco. 11)Su pasado de fracasos lo persigue, aunque los disfrace de éxito. 12)Califica todo lo hecho por otros como erróneo y corrupto para que, si queda al descubierto su propio fracaso, parezca que no es más grande que el de los demás.
Al actual alcalde todo le sale mal o nada le sale. Veamos algunos ejemplos: Prometió, engañando a los ciudadanos, que Medellín sería la versión tropical del Valle del Silicón, pero lo único que logró fue ponerle implantes de silicona a sus fracasos para que no se vieran como tal. Empezando la pandemia, engañando a los ciudadanos y a incautos de otros países, dijo haber desarrollado una “aplicación” para combatir el Covid19, y patéticamente él mismo fue la demostración que su software, de lo que supuestamente sabe, era puro humo y muy temprano resultó infectado. Hizo campaña, engañando a los ciudadanos, diciendo que EPM era una ratonera y que las empresas que han colaborado con la ciudad son parásitos corruptos culpables del siniestro en Hidroituango. Para mantener su mentira, casi hunde el proyecto y pone en peligro la viabilidad financiera de EPM y de Medellín, así como la estabilidad energética del país. Pero como fracasado imbatible, sus mentiras quedaron desvirtuadas por las aseguradoras, que solo pagan cuando no pueden evitarlo, aunque como campeón del cinismo, ahora dice, pensando que los medellinenses son estúpidos, que fue él quien salvó el proyecto. Qué desfachatez.
Ha intentado detener el proceso revocatorio por “todos los medios”, incluso insultando a los ciudadanos que firmaron y burlándose del porcentaje de firmas aprobadas. ¿Por qué no nos recuerda qué porcentaje de firmas válidas obtuvo cuando recogió para ser candidato?
Sus secuaces dirán que él no es que no tenga éxito, sino que es un descubridor de infinitas formas de no conseguirlo
https://www.elcolombiano.com/, Medellín, 03 de enero de 2021.