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Ignacio Arizmendi P.

"Hoy, un año después, y cuando el burgomaestre de la ciudad ya lleva algo más de dos años en el cargo, traigo a cuento 22 observaciones demoledoras procedentes".

El 6 de febrero de 2021 publiqué la columna titulada “Para el tintero de Quintero” (https://acortar.link/RA0nZU), en la que recogía 21 críticas acerca de la gestión y el estilo del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, expresadas por distintas fuentes a lo largo de 2020. Hoy, un año después, y cuando el burgomaestre de la ciudad ya lleva algo más de dos años en el cargo, traigo a cuento 22 observaciones demoledoras procedentes de diversas personas y entidades, cuyos nombres, lo mismo que el medio y las fechas (de 2021 y 2022), los tengo disponibles, observaciones que ilustran que en el reino de Daniel “Kingtero” Calle las cosas siguen iguales o peores. Veámoslas:

• “El alcalde ha logrado despertar una generalizada indignación ciudadana que no se veía hace tiempo en Medellín”.

• “Vino a destruir lo que la academia, los ciudadanos, los empresarios y anteriores gobernantes habíamos construido desde las épocas más oscuras de la ciudad”.

• “Desde los tiempos de Pablo Escobar no se veía una fuerza que con tanto poder se propusiera destruir capital social, histórico y económico de Medellín y Antioquia”.

• “Rompió relaciones de la Administración con tantos sectores clave para el desarrollo de la ciudad”.

• “En la lucha desaforada contra quienes considera sus enemigos, el mandatario está poniendo en riesgo la institucionalidad de la ciudad”.

• “Convirtió a Medellín en una ciudad donde los amigos se volvieron enemigos, donde de la nada nuestra gran fuerza se ha convertido en una ficción desfigurada de lo que hemos sido”.

• “Maneja una fábula reiterada de la mentira y el abuso de poder”.

• “Da declaraciones irresponsables, llenas de falsedades, con un único fin, destruir lo que como sociedad construimos con el apoyo de empresarios honestos”.

• “¿Qué iban a imaginarse millones de medellinenses que su mayor amenaza no caería del cielo sino que sería una alcaldía que emergería, o tal vez regurgitaría, desde las entrañas del bajo mundo político y de una tribu cleptómana de resentidos y carroñeros empoderados?”.

• “El alcalde, un personaje egocéntrico, sibilino, soberbio, ha sobrepuesto su carácter vanidoso por encima de la búsqueda del bien común y la armonía”.

• “En el referendo diario de la opinión pública se comprueba una alarmante y patética pérdida de confiabilidad y credibilidad de la autoridad”.

• “Está aliado con los señores de Bello, Envigado e Itagüí”.

• “El mandatario le ha mentido a la ciudad con el discurso de la lucha de clases”.

• “Seguirá inventándose enemigos y diciendo mentiras para victimizarse y desviar la atención sobre su incapacidad para administrar la ciudad”.

• “Esparce una narrativa con falsedades y engaños con el único fin de beneficiar una agenda propia y no para el bien común”.

• “Igual que el virus, el alcalde se ha incrustado en nuestra agenda y hoy no hay espacio que no esté ‘quinterizado’”.

• “Hostiga a contratistas para que den cuotas a su proyecto político”.

• “En esta administración, el 90 % de los contratos del conglomerado público de la Alcaldía y EPM se adjudica en forma directa, y solo un 10% por licitación”.

• “Así como Maduro y sus aliados hicieron una fortuna chupándose a Venezuela, Quintero y su familia están chupándose a Medellín”.

• “Tiene a sus familiares en puestos de poder dentro de la alcaldía y sus entidades descentralizadas”.

• “La única ‘institucionalidad’ que ha creado es una red familiar o parentela que está poniendo sus garras sobre el presupuesto municipal, empeñada en dinamitar, no dinamizar, la verdadera institucionalidad previa”.

• “En un debate en el Concejo, Quintero, siendo candidato, le llevó un queso gigante al gerente de EPM de entonces. Hoy me pregunto para quién realmente es el queso. Se lo están devorando entre el alcalde, el gerente y sus amigos”.

A quien quiera más muestras, ¡que le piquen caña!

INFLEXIÓN. El biólogo y antropólogo alemán J. Hemleven nos aporta una reflexión pertinente: “Cuando las sociedades permiten que las ansias de poder falsifiquen las leyes y la administración de justicia, comienzan a sucederse procesos que resultan insostenibles para la conciencia humana”. ¿Ignora el alcalde “Kingtero” que muchos de sus procesos han estado resultando insostenibles para centenares de miles de sus “vasallos”?

https://www.kienyke.com/, Bogotá, 18 de febrero de 2022.

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