Carlos Salas Silva
Carlos Salas Silva
TOC son las siglas con las que se nombra el trastorno obsesivo compulsivo que estamos sufriendo, en mayor o menor medida, los habitantes de este planeta luego de los confinamientos y los temores vividos durante más de dos años. En Internet lo definen así: "El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), es un trastorno caracterizado por la existencia de pensamientos obsesivos y compulsivos. Es una problemática con bastante prevalencia y que produce mucha interferencia en la vida diaria de las personas que lo padecen".
Carlos Salas Silva
Me he tenido que levantar y pegar un grito para que los vecinos apaciguen los ladridos de sus perros y poder concentrarme en este escrito. Esa bulla, que a veces se torna insoportable sin permitir siquiera pensar, no es diferente a la que se genera cuando se enfrentan diferentes opiniones sobre temas políticos, lo que no ocurre si hablamos de culinaria o de gustos estéticos, por poner dos ejemplos. Esos perros que ladran lo hacen porque sí y porque no e incitan a los otros para que hagan parte de su infernal coro. Hasta a mi gentil Choco, que hace parte de las que rara vez ladran, la vi enfrascada en intercambios de ladridos con los perros vecinos para lo cual he tenido que volverla a domesticar, cosa que le agrada haciéndome recordar las palabras del zorro al principito: "No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero si me domésticas, nos necesitaremos el uno al otro. Serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo."
Carlos Salas Silva
Hablando acerca de la relación pathos-forma, Georges Didi-Huberman dice en una entrevista que un cuadro abstracto puede ser de un extremo patetismo. Al contrario del uso corriente de lo patético como algo sensiblero en extremo, el filósofo francés ha intentado "revalorizar un pathos que no es alienación, sino que da la posibilidad de emanciparse, de cambiar el curso de las cosas".
Carlos Salas Silva
He escuchado con demasiada frecuencia que Óscar Iván Zuluaga no tiene dotes de liderazgo y que esa es la razón de su fracaso en sus esfuerzos por llegar a la presidencia. A pesar de haber sido descalificado en 2014 por su falta de carisma logró vencer al presidente de la mermelada y de la corrupción desbocada quien, con total desparpajo, se robó las elecciones como solo lo había hecho Carlos Lleras Restrepo cuaen 1970 causando una herida a nuestra democracia que no ha sanado. ¿Que a Óscar Iván Zuluaga le faltó liderazgo para reclamar los resultados amañados de esas funestas elecciones? sin duda, y ahora notamos esa carencia cuando deja tirada su candidatura después de vencer tantos obstáculos durante los ochos años precedentes.
Carlos Salas Silva
Cuenta Silvio Rodríguez, en una de sus más conocidas canciones, la historia de tres hermanos cuyas miradas son distintas las unas de las otras.
Carlos Salas Silva
El proverbio que da título a esta nota previene de los bien intencionados cuyas acciones provocan las peores catástrofes. Se popularizó en el siglo XVIII cuando se comenzaron a empedrar las calles de las ciudades. Originalmente decía que "el infierno está lleno de buenas voluntades" según una frase de San Bernardo.
Carlos Salas Silva
La democracia está de capa caída en el mundo y pareciera que poco importara a pesar de conocerse el inmenso riesgo de caer en el autoritarismo que es su contraparte. El reciente mapamundi del Indice de Democracia de The Economist es desalentador. El crecimiento de los países con regímenes híbridos y autoritarios es notorio como lo es el de los que cuentan con democracias imperfectas mientras que cada vez son más pocos los que mantienen democracias plenas.
Carlos Salas
Hasta donde alcanzo a recordar, en el pasado no me tocó presenciar un proceso electoral tan bochornoso como el presente. Me llegan a la memoria ciertas caricaturas y algunos chistes con los que se hacía mofa de los candidatos exagerando cualquier rasgo que se prestara a ello, o algún desliz o torpeza que no se le perdonaba a nadie. En la segunda década del siglo XXI, quién lo podría imaginar, son los mismos candidatos los que personalizan su propia caricatura. Para rematar, sus vergonzosas actuaciones públicas afectan poco la percepción que se tiene sobre ellos, como ocurre con la que sufre un actor de telenovela cuando deja el set. Es como si nada hubiese pasado, ya sean malos tragos, aventuras extraconyugales, insultos proferidos aquí y allá, promesas ridículas con las que se estafa al electorado y un gran etcétera que no para de crecer.