No contento con ser un desastre y una tragedia como mandatario gracias a su sesgo ideológico, ignorancia, ineptitud de sus políticas y la lamentable descomposición social que sacuden al país por cuenta de sus pares subversivos, se dedica casi que de tiempo completo a hablar por hablar y limpiarle la cara a su sequito de bandidos en su poder, menos a gobernar.
Sin embargo, su promesa de cambio resultó ser la mayor traición de millones de votantes y en vez de gobernar y transformar, ha sido el fiel reflejo de un ser invadido por el odio y la venganza, por destruir en vez de construir, por dividir en vez de unir, por estorbar en vez de ayudar, por utilizar el anhelo de paz para premiar a los violentos, por perseguir y debilitar la fuerza pública a cambio de complacer a todo el pillaje que ayudó a elegirlo, por despreciar a Colombia y transar soberanía con los alzados en armas, por abandonar la lucha contra el narcotráfico y permitir que éstos tripliquen sus ganancias mal habidas y por estar rodeado en su gobierno por un mayor y auténtico nido de ratas insaciables demostrando el nivel de corrupción y encubrimiento de sus más cercanos alfiles.
Pero en su propósito de dañar ha encontrado varios patrocinadores que coadyuvan en sus intereses como varios integrantes del aparato judicial que dilatan las investigaciones de sus allegados más una Fiscal General de bolsillo que solo recibe órdenes de palacio. A estos súmele los congresistas vendidos que le critican, pero resultan votando en favor de sus nefastas reformas, miserables apátridas que desde ya se alistan para hacerse reelegir y seguir engañando y comprando con el fruto de sus trueques a votantes sin memoria ni vergüenza alguna. Todos cantando al unísono las melodías y los coros de la barbarie que carcome este país llamada corrupción desbordada.
Defender lo indefendible es seguir rindiendo culto a los múltiples escándalos y abuso de poder del actual gobierno, es continuar acolitando que ignorantes activistas pretendan dirigir una administración pública que de lejos les ha quedado grande hasta el punto de rayar con el drama de la ridiculez y la burla. Un ejecutivo que solo ha visto desfilar gran cantidad de personajillos sin conocimiento ni experiencia en el manejo de la cosa publica, lo que evidencia una absoluta incapacidad para mantener un equipo estable. Eso si, la orden es descabezar al que tiene la capacidad probada de sustentar con evidencia logros y falencias de las actuaciones administrativas. En otras palabras, ideólogo de izquierda que le siga la cuerda a Petro se queda en el cargo, el que no, se va de diplomático o de candidato al congreso porque allá cabe cualquiera.
Seguir apostándole a la falacia de la paz total es el juego distractor ante la opinión pública mientras los grupos armados ganan territorio y se fortalecen para intimidar a la población con paros armados y presión militar para que voten por Petro en las elecciones próximas. Tristemente, por esta fracasada política, la violencia está desatada y el gobierno se muestra agrede incapaz de controlar el orden público. Todo está juiciosamente premeditado, nada ha sido al azar, desde la campaña Petro presidente se pactó con la delincuencia y el premio es este, el avance de la criminalidad y el fortalecimiento de las estructuras ilegales para tener un control poblacional (votos o plomo) y económico (alcaldes y gobernadores con sus chequeras al servicio del hampa).
Pese a toda esta debacle institucional, el presidente y sus amigos siguen impunes, las declaraciones de confesos corruptos ante la justicia no muestran avances significativos, al hijo de Petro le buscan afanosamente un principio de oportunidad que lo libre de ir a prisión, lo que demuestra que la entrada de dinero ilegal a la campaña fue un acto moral y económicamente válido.
En la tarea de defender lo indefendible, hace rato se perdieron el honor y los buenos modales y solo importa seguir derrochando y mal gastando con la chequera estatal que define gastos e inversiones a cuanto manzanillo se deba comprar muy probablemente en los escenarios de las agendas privadas del alcohólico Petro.
En honor a la ecuanimidad es preciso mencionar que para el presidente y todo su poder varias cosas no le han sido fáciles porque sufre en carne propia el fenómeno de la extorsión ya que muchas de las personas cercanas saben secretos, conocen más de la cuenta, lo que evidentemente explica el por qué salen de un cargo para estar en otro mejor y sin mayor explicación. Es el costoso precio del silencio. Sino fíjense en cómo llega a casa de Nariño un tipo tan cuestionado y envuelto en casi todos los escándalos de corrupción de este país en muchos años dizque a asesorar y dar cátedra de honestidad, rectitud y estrategias políticas.
En un país serio Petro y su banda de despiadados corruptos deberían estar presos. ¿por qué aguantar esta cuadrilla de camaradas en el poder y someter al país a más inseguridad, miseria y delincuencia campante?
Será posible que esa minoría bullosa que le aplaude todo a este corrupto de marca mayor significan más que la inmensa mayoría de compatriotas honestos y trabajadores que ven noticias y saben que a Colombia se la están robando de frente.
Solo me resta decir que este nefasto gobierno será recordado como un período oscuro y lleno de escándalos impregnados de impunidad.