Sin embargo, es preciso que no nos dejemos distraer por la tragedia del hermano país porque a dos años del desgobierno del títere del narcodictador Maduro, las cosas tienden a empeorar en Colombia, la violencia silenciosa en los territorios por cuenta de los violentos amigos de Petro, pasa desapercibida muchas veces en el espectro diario, los cultivos y las economías ilícitas están en sus mejores tiempos de bonanza con miles de millones de dólares listos para enfrentar al Estado; la inseguridad en toda la patria que está desbordada, los gobernantes y alcaldes clamando por ayuda y presencia tanto de la autoridad legítimamente constituida para cumplir sus mandatos constitucionales, tristemente maniatada, como del llamado incesante de la figura presidencial para que de la cara y solucione, desgraciadamente, figura del primer cargo institucional en cabeza de este remedo “chascarrillo” de presidente de Colombia que le importa un pito si matan uniformados, civiles, niños, mujeres o personas sin distingo alguno, porque el trueque con las mafias que lo eligieron fue el del sofisma distractor de “ la paz total”, con miras al avance del hampa y el delito en abierta complacencia con sus queridos guerrilleros de toda la vida, con mafiosos, con corruptos del pasado y con los recién graduados en este período presidencial.
No nos dejemos distraer porque en esta legislatura los congresistas amañados y vendidos a Petro que son casi el 70 por ciento, ya tienen casi lista la estrategia para aprobar vía fast track la agenda del gobierno que incluye, entre otras tantas desdichas, la convocatoria a una asamblea nacional constituyente al mejor estilo de Pilatos lavándose sus asquientas manos y tirándole la pelota a un pueblo desempleado, con hambre, mísero y sin oportunidades, con la premisa de que sea ese el constituyente primario el finalmente apruebe o rechace tal infamia de la reelección del mesías y socio íntimo del asesino Maduro.
No nos dejemos distraer porque el propósito fundamental de Petro es convertirnos en Venezuela. Aquí no entraré en detalles porque blanco es y gallina lo pone.
No nos dejemos distraer porque la Fiscal de bolsillo de este desgobierno tiene embolatadas varias investigaciones por los escándalos de corrupción del ejecutivo que involucra no sólo a ministros sino a parlamentarios, presidente de la comisión de acusaciones de la cámara baja y a cuanta podredumbre con poder nombró Petro en su gabinete o de quienes ha recibido irrestricto apoyo. La subalterna del ejecutivo está buscando la preclusiòn por el caso del hijo del presidente y así pagarle el favor a quien la hizo Fiscal general. El contrapeso al que le están trabajando es el de ganar mayorías en la Corte Suprema de Justicia que está investigando a todo este carrusel de bandidos que se han robado los presupuestos de varias entidades y tienen burocracia vigente.
No nos dejemos distraer porque Minhacienda ha presentado un presupuesto desfinanciado para la vigencia 2025 donde el rubro destinado a inversión sufriría una caída notable y con ella la meta de reactivación económica. Indefectiblemente, no le queda otro camino que apretar a los colombianos con una nueva ley de financiamiento. Como está la situación económica y social ¿resistirá los colombianos una nueva reforma tributaria? Me temo que sanear el hueco fiscal producto de la corrupción y el derroche de este desgobierno pretende sacrificar a los de siempre y premiar a sus nuevos amigos como por ejemplo financiar al ELN, y muy seguramente es un imperativo tener platica abundante para comprar la reelección porque ese congreso arrodillado, esas altas cortes activistas e ideologizadas y todo el sistema de pesos y contrapesos, piden por lo alto.
No nos dejemos distraer porque el segundo tiempo de este mandato seguirá con sus desaciertos, salidas en falso, retrocesos en todos los frentes de trabajo, narrativas cargadas de odio y polarización, la continuación de ‘ el gobierno quiere hacer pero no lo dejan’, aun a sabiendas que por su incompetencia no han hecho nada de nada; seguirá el nombramiento de funcionarios sin formación ni experiencia, y los roces y lenguaje vulgar desde el poder hacia quienes los cuestionen, seguirá siendo un paisaje.
La ‘potencia mundial de la vida’ será de lejos el letrero de un pueblo fantasma porque la realidad seguirá hablando de masacres, secuestros, extorsiones, desplazamientos y desapariciones forzadas de gentes que solo les importan a sus familias, jamás al establecimiento. El presidente seguirá llegando tarde a cuanto evento, carnaval o feria equina o bovina, deba asistir. Si amanece a la defensiva, cancelará su asistencia. Como lo trasnocha el fantasma de Uribe, seguirá culpándolo de todo, aunque terminó su presidencia hace ya 14 largos años. Que Santos no espere redención por la entrega del país a las Farc porque Petro insistirá en claudicar ante todos.
No nos dejemos distraer porque su método de presión seguirá siendo el de movilizar las masas así sea que solo le caminen los indígenas del Cauca o Nariño y su ‘primera línea’ de pillos.
Este señor sabe que su mayor enemigo se llama el tiempo el cual se le agota con premura, para esto, hay que estar alertas porque algo grande puede estar confabulando en asocio con Maduro, dar un golpe contundente en contra de la institucionalidad que le ayude a tomar un segundo aire y que le prolongue sus días como presidente. De tipos de esta calaña y con semejante historial como subversivo se puede esperar lo doloroso y lo peor, rara vez, algo bueno.