Columnistas Nacionales
Ariel Peña
En un eventual gobierno de Gustavo Petro, la persecución a los medios de comunicación que no sean afectos al régimen no dará espera, convirtiéndose ese ataque en algo habitual, como se vio durante el Paro Nacional, debido a lo cual el terrorismo de la Primera Línea, lo convertirán en el “Comité de Defensa de la Revolución”, que hará lo que le plazca con el periodismo libre, contando con la aquiescencia del gobierno; resaltando que Petro ha sido ferviente admirador del sicópata criminal argentino Che Guevara, que decía: “Hay que acabar con todos los periódicos. Una revolución no se puede lograr con libertad de prensa”.
Pedro Aja Castaño
En la edición del 17 de octubre de 2021 de Semana aparece Petro como un gigante, sus contendores a la altura de sus rodillas, y la Carátula despliega PETRO Y LOS ENANITOS. Es una carátula, o negocio de compraventa, políticamente incorrecto. Es un insulto a la sensibilidad de los desfavorecidos. Porque si entendemos por “corrección política” evitar el lenguaje, las acciones o imágenes que insulten, excluyan o dañen a las personas que ya están experimentando desventajas y discriminación, tendríamos que se utiliza el término ‘enanitos’ como sinónimo de perdedor. Quizá en la ética del ‘todo vale’, que en términos decentes se llama INFORMACIÓN ASIMÉTRICA, no se le dé ninguna importancia, pero en la sensibilidad de la profundidad humana, hiere, especialmente, si se realizan negocios con engaños. ¿Por qué ocurre eso?
Alfonso Monsalve Solórzano
La última encuesta contratada por la Revista Semana, realizada por el Centro Nacional de Consultoría, publicada el pasado 14 de octubre, arroja informaciones interesantes, en caso de que la medición corresponda a la realidad.
Rafael Nieto Loaiza
La FAO sostiene que Colombia es uno de los siete países que tienen vocación de ser despensa del mundo.
Álvaro Uribe Vélez*
Mi familia finquera y las violencias
José Félix Lafaurie
Pocas personas sabrán lo que es una NAMA, porque hay gran desinformación sobre el tema ambiental, en parte porque, como todas “las causas justas”, ha sido “secuestrado” por la izquierda, que se autoproclama su abanderada, cuando lo que hace es utilizarlo políticamente para engañar con promesas populistas y golpear a sus enemigos.