Columnistas Nacionales
Saúl Hernández B.
Si se esperaba que el anuncio de los miembros del gabinete fuera tranquilizador, la verdad es que casi todos los nombramientos han saltado las alarmas.
Eduardo Mackenzie
El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, tuvo que huir de Colombo este 9 de julio antes de que los manifestantes, que piden su renuncia, asaltaran el palacio presidencial.
José Alvear Sanín
No voy a acusar a tres de las ministras anunciadas por Petro, como causantes de pánico económico. Miremos el Artículo 302 del Código Penal, al que le falta precisión. Este condena, desde 32 a 144 meses de prisión, al que divulgue al público, o reproduzca en un medio, información falsa o inexacta que pueda afectar la confianza o provocar el retiro de capitales nacionales o extranjeros.
Juan David Escobar Valencia
La invasión a Ucrania ha sido otra demostración de que existen vasos comunicantes, no siempre visibles, entre todas las naciones, que transmiten tanto lo bueno como lo malo. “Descubrimos” que el precio de la comida y los fertilizantes que la han hecho más accesible y barata, llenar el depósito de combustible del vehículo, inclusive del gas que hace brillar los tubos de neón, dependía de una pelea rancia entre países aparentemente lejanos.
Nicolás Pérez*
Tal como lo he manifestado estas últimas semanas, el mercado está atravesando por una fuerte incertidumbre en estos momentos. Más allá del formalismo inherente a la transición del poder, lo que más preocupa es no conocer cuáles son las medidas económicas que adoptará la nueva administración. El fantasma de la expropiación ronda los pasillos de las empresas y el temor de repetir las tensiones que están viviendo Chile y Perú ha llevado, por ejemplo, al dólar a romper sus máximos históricos.
Pbro. Mario García*
Leí, en La Linterna Azul, un artículo firmado por el doctor Jesús Vallejo Mejía. Siempre he encontrado en todos los suyos un acervo doctrinal sólido y firmemente expresado; capacidad envidiable para verter en un lenguaje depurado y al propio tiempo claro y ornado con la belleza de la sencillez del buen escritor, sus convicciones y sus creencias, y una encomiable adhesión al magisterio de la Iglesia católica. Intelectuales como él son los que siempre hemos necesitado, y en los tiempos que corren necesitamos más aún.