Columnistas Nacionales
Álvaro Uribe Vélez*
Recién llegados los españoles se referían a nuestra Patria como Tierra Firme. Crearon dos Gobernaciones entre Panamá y la Guajira que denominaron Castilla de Oro y Nueva Andalucía. Durante estos 500 años el debate sobre la organización territorial ha estado siempre presente. Y en el fondo ha tenido la lucha entre centralismo, federalismo, descentralización. Fresco aun el 20 de Julio de 1810 empezaba la primera guerra civil entre el ejército centralista de don Antonio Nariño que salió de Bogotá, y el federalista de las Provincias Unidas, reunidas en Tunja y lideradas por don Camilo Torres Tenorio.
Saúl Hernández Bolívar
Entre los anuncios de la semana anterior, hay tres decisiones pavorosas que quedaron en firme, todas con consecuencias nefastas para el país.
José Alvear Sanín
No vale la pena discutir si la revolución colombiana empezó el 7 de agosto de 2022, o quince días después, cuando Petro “legalizó” de facto los narcocultivos. En un país donde la toma de fincas productivas en el Cauca, Valle, Vichada, Cesar, se hace más frecuente antes de que se presente en todas partes bajo la mirada complaciente de las autoridades, que anteriormente estaban instituidas para proteger honra, vida y bienes, hay que concluir que la revolución ha empezado en serio.
Eduardo Mackenzie
Estamos perdiendo tiempo tratando de saber qué contiene la tal “paz total” de Gustavo Petro. Es cierto que los voceros de la coalición Colombia Humana dicen que esa frase resume lo que será la nueva administración.
Rafael Nieto Loaiza
Cada nuevo anuncio que hace el Gobierno es más grave que el anterior. Los de la pasada semana son el auspicio gubernamental de una asamblea cocalera, la barrida de generales en el Ejército, el anuncio de que se suspenderán los bombardeos y de que no habría erradicación forzada, el nombramiento de un militante del M19 en la Dirección Nacional de Inteligencia.
Alfonso Monsalve Solórzano
En el artículo anterior hablé sobre la definición de la noción “verdad”, señalando que la contrastación de los hechos y de las fuentes es una condición necesaria para argumentar la admisibilidad de un enunciado o una teoría -conjunto de enunciados que busca explicar o comprender un segmento de la realidad- como verdaderos en ciencias sociales y en la práctica social. Si no hay tal contrastación -que debe poder ser reproducida por cualquiera que tenga los conocimientos necesarios para hacerlo- los enunciados y la teoría dentro de la cual estos se afirman, no pueden ser considerados como explicativos o comprensivos de los fenómenos a los que refieren; no tienen posibilidad de ser verdaderos. Simplemente son falsos.