(Editorial) Irreverentes
Los Irreverentes (Editorial)
Durante la época más oscura y tenebrosa del narcoterrorismo, los capos de la mafia, liderados por Pablo Escobar, implementaron una macabra fórmula para granjearse apoyos en distintos sectores. A sus objetivos les daban la “oportunidad” de escoger: o recibían dinero -plata- y si aquellos no se dejaban seducir, la oferta se endurecía: plomo.
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Una de las prácticas más abominables de los grupos terroristas que delinquen en Colombia es la del reclutamiento forzado de menores de edad.
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Desde siempre, la sociedad colombiana ha sufrido desengaños y desencuentros que conducen a polarizaciones y confrontaciones sociales que afectan gravemente a la nación.
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Enseña la sabiduría popular que cuando el río suena, piedras lleva. Son muchos los rumores que hay en contra del alcalde de Medellín Daniel Quintero Calle respecto de posibles actos de corrupción. Igualmente, se indica que su esposa, Diana Osorio sería tramitadora de coimas y patinadora de multimillonarios contratos, señalamiento que no es descabellado si se tienen en cuenta los antecedentes suyos con el clan corrupto integrado por los hermanos Jack y Ronald Housni Jaller, responsables del saqueo a la isla de San Andrés.
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Para nadie es un secreto que Ernesto Samper es un vil testaferro político del ‘Cartel de Cali’. Ganó las elecciones de 1994 con el dinero que el hampa metió a la tesorería de su campaña.
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En las próximas horas, el exministro de Salud Alejandro Gaviria renunciará a la rectoría de la Universidad de los Andes para entrar de lleno en la campaña presidencial.
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A pesar del matoneo en redes sociales y de la infame persecución de que ha sido víctima la ministra de TIC, Karen Abudinen por cuenta de la estafa a la que fue sometida la cartera que ella dirige, los resultados de la investigación emprendida y liderada por ella han sido mejores de lo que muchos alcanzaron a imaginar.
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No queda duda ninguna de que el asesino, violador de niños y cabecilla de las Farc Carlos Antonio Lozada mintió cuando se adjudicó, contra toda evidencia, la muerte del dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado, crimen cometido el 2 de noviembre de 1995 en el norte de Bogotá.