Rafael Rodríguez Jaraba
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Con el respeto que me merece el Consejo Nacional Electoral, máxima autoridad del Estado en materia electoral por mandato expreso de la Constitución Nacional, considero que, luego de transcurridos más de dos años de la elección presidencial en la que resultó ganador Gustavo Petro Urrego, los Honorables Magistrados que conforman su Sala Plena, deben pronunciarse sin más dilaciones, sobre la presunta y, al parecer, cada día más probable violación de topes de su campaña.
Rafael Rodriguez-Jaraba*
Bien saben mis lectores que, salvo contadas excepciones, solo escribo sobre ideas, propuestas, principios y valores, y no, sobre personas. También saben, que soy amigo de la crítica asertiva y propositiva, y rotundo enemigo del halago obsecuente; pero considero de justicia, dedicar unos renglones a la vida y obra de Álvaro Uribe Vélez, el Gran Colombiano, quien ha consagrado su vida entera al servicio de la patria.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Nunca antes como ahora, la supremacía de la Constitución Nacional había estado tan amenazada, como resultado de las arremetidas de un Gobierno que la desprecia, que aborrece la democracia, que asedia las altas cortes y que hostiga a todo aquel que discrepe de sus entelequias.
Rafael Rodríguez Jaraba*
La indignidad de los 88 cínicos y desvergonzados Representantes a la Cámara que -a sucio pupitrazo electrónico- aprobaron la reforma pensional sin debate alguno, es inexcusable, y merece el más severo rechazo, repudio y escarmiento.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
No siendo poco el pernicioso y disparatado sainete seudo jurídico, montado por Álvaro Leyva y Eduardo Montealegre -desvergonzados corifeos de Petro-, para intentar convertir, contra toda razón lógica y legal, una declaración política consignada en el espurio Acuerdo de La Habana, en un tratado internacional y, peor aún, con ello pretender hacer de esa declaración un mandato para que el Gobierno convoque a una Asamblea Nacional Constituyente; ahora Petro, sin el menor asomo de cordura y haciendo gala de su ocurrente torpeza y dislocada imaginación, propuso en el acto de clausura de la Convención de Asobancaria, lo que a ninguna mente sensata se le ocurriría, como es que, los recursos que capten los establecimiento de crédito y que estén destinados a atender las llamadas inversiones forzosas que estas instituciones financieras deben hacer, sean entregados al Gobierno para que los administre y los coloque mediante créditos en el mercado de acuerdo a su criterio, teniendo como respaldo las arcas del Estado, es decir, el dinero de los colombianos.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
En las democracias, hay aparente similitud entre el derecho y la política; pero en ellas, el derecho regula el ejercicio de la política, más la política no dispone de capacidad para regular el derecho, salvo, cuando la política articula los mecanismos normativos para reformar el derecho, bajo la condición de observar, acatar y cumplir los procedimientos consagrados en las Constituciones y las leyes. Contrario sucede en los regímenes totalitarios, en especial, los comunistas, donde el derecho lo impone la política del dictador. Hoy, léase Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Indigna, y produce asco y repulsión, las informaciones reveladas por Semana, sobre los presuntos sobornos a Iván Name Vásquez, miembro del fragmentado Partido Alianza Verde y presidente del Senado; a Andrés Calle Aguas, miembro del moribundo y coptado Partido Liberal y presidente de la Cámara; y, al parecer, a 15 congresistas más.
Rafael Rodríguez-J.
Se cumplen 65 años de dictadura y tiranía en Cuba; 65 años de represión, abusos y atrocidades. Tal y como lo demuestra la historia, el comunismo siembra ilusiones, sueños y esperanzas, pero solo cosecha desengaño, desesperanza y miseria.