Dos años después de la invasión a Ucrania, las preguntas siguen siendo: ¿cuánto durará y quién ganará? Revisé lo que escribí hace año y medio para ver si el pronóstico y las circunstancias han cambiado.
En julio 11 de 2022 dije que: “La guerra será larga y fea por: la incompetencia, la falta de entrenamiento, el equipamiento obsoleto del ejército ruso, la valentía e ingenio de los ucranianos, la información estratégica suministrada por EE.UU., el apoyo armamentístico de Occidente, el que, lastimosamente sería cada vez menor; y por las opciones y limitaciones políticas que tienen el presidente ruso y el ucraniano. Dicha prolongación favorecería a Rusia, que tiene masa para resistir más tiempo que Ucrania, quien depende del interés de Occidente de ayudarla, el que, probablemente, irá reduciéndose a medida que los efectos secundarios de las acciones para castigar a Rusia se sientan más en los europeos del común, que serán solidarios hasta que las molestias les resulten insoportables”.
La guerra en Ucrania ha alcanzado un punto muerto donde ningún bando tiene condiciones para vencer, como sucedió en los dos primeros años de la Primera Guerra Mundial. Así como una guerra de precios entre actores de similar contundencia la gana quien tenga más grasa para resistir en el tiempo, a menos que algo excepcional suceda, esta guerra no tiene todavía muchas probabilidades de terminarse prontamente, especialmente si para ambas partes una derrota es un escenario que contradice sus intereses existenciales, y adicionalmente afecta el capital político de ambos presidentes, que estarán en elecciones este año.
Si la guerra se alarga, como continúo creyendo, lastimosamente las probabilidades de algo parecido a una “victoria”, pues ninguno obtendría lo que desea, serían para Rusia porque ese es el único tipo de guerra en que triunfa, las de desgaste.
Una “victoria” para Ucrania sería romper la continuidad espacial que ha logrado Rusia conectando los territorios surorientales de Ucrania fronterizos con Rusia con la península de Crimea, pero eso requeriría una garantía, inexistente actualmente, de tener soldados suficientes y especialmente municiones de artillería de occidente, como mencioné en julio de 2022. La UE incumplirá su compromiso de producir un millón de proyectiles de artillería de 155 mm. para marzo. Y la situación empeoraría si Trump es reelegido.
Rusia no conquistará todo el territorio ucraniano, pero conseguiría más del que tenía antes de la invasión de febrero de 2022, que fue la segunda etapa de la toma de Crimea de 2014, la fase inicial de la estrategia de Putin. Una “victoria” para Rusia sería no solo conservar dicho corredor, sino extenderlo hasta Odessa, que como escribí en febrero de 2023, sería su verdadero objetivo, dejando a Ucrania sin salida al Mar Negro.
La guerra continuaría en 2024 y parte del 2025, y si alguna o ambas partes consideraran que es más beneficiosa concluirla, por la razón que sea, veríamos una definición para 2026. Espero equivocarme mucho, pero más que en el tiempo, en quién “ganará”, porque sería otra derrota para la libertad, la democracia y las leyes.
https://www.elcolombiano.com/, Medellín, 15 de enero de 2024.