¿Se imagina que a uno de esos genios “emergentes” que aparecen de cuando en cuando para descrestar a incautos con fórmulas “emergentes” del agua tibia, le diera por plantear que los equipos de fútbol en vez de tener tres carriles, uno central y dos laterales, tuviera seis para cubrir mejor el campo? ¿“Disruptivo” no?
Como el tránsito del balón hacia el arco contrario seguirá necesitando gente en la zona baja, en la media y en la alta, tendríamos equipos de por lo menos 19 jugadores, lo que crearía la necesidad de mínimo otros dos capitanes por equipo para administrar tanta gente, y al menos 4 árbitros más para manejar semejante gentío dentro del campo y evitar algún linchamiento campal. ¿Se imaginan el despelote que se armaría, el problema para los locutores que narran lo que está pasando, la dificultad para que el juego fluya y la ineficiencia del juego que se provocaría si no se puede aumentar el ancho de la cancha?
Eso pareciera estar pasando en la administración pública cuando vemos la proliferación de Ministerios a nivel nacional, especialmente si son marxistas, y de Secretarías en las Gobernaciones y Alcaldías a nivel regional y municipal. Puede que esto sea politiqueramente entendible para aumentar la burocracia y pagar favores electorales, pero no creo que sea de políticos serios y que respeten a los votantes y a sus bolsillos, estar ensanchando los organigramas de las Alcaldías y Gobernaciones. Una columna adicional en un organigrama, sin ninguna justificación funcional, corre el riesgo de ser un desperdicio de recursos públicos y en muchas ocasiones un signo de ineptitud premeditada.
Pregunto inocentemente si ¿será sano y viable con el presupuesto público que pagamos todos, que se imponga la costumbre que, a cada tribu, colectivo, minoría indignada, problema, proyecto o moda temática mundial se le arme una Secretaría? Pregunto inocentemente ¿por qué hay que ponerle color, sexo o pertenencia étnica a cada derecho o necesidad de los ciudadanos y segmentar tanto el servicio público, creando una Secretaría para cada subgrupo o asunto? Pregunto inocentemente si ¿no será que las alcaldías y gobernaciones necesitan mejores funcionarios y áreas, en vez de más funcionarios y áreas? Pregunto inocentemente ¿por qué hay que ponerle un “gerente” a cuanto obra, problema o proyecto público se le ocurra a un gobernante? ¿No será que se necesita más gerencia que gerentes en lo público? Pregunto inocentemente si ¿no será que las estructuras públicas lo que necesitan es más vitaminas y menos grasa?
Federico y Andrés Julián, ahí les queda la inquietud.
Aviso: como el lunes 25 de diciembre y 1 de enero no circulará el periódico, esta columna volverá a aparecer el 8 de enero, y por ello desde hoy les deseo a los amigos y lectores de esta columna una feliz Navidad y un venturoso año nuevo. A mis enemigos, también “inocentemente”, les deseo toda la salud, pensión, trabajo y educación que las reformas del gobierno marxista van a dejar.
https://www.elcolombiano.com/, Medellín, 18 de diciembre de 2023.