El Estado colombiano nunca soluciona los graves problemas que atormentan a la nación y que la tienen viviendo en difíciles e inaceptables circunstancias. Esos problemas son la violencia, la inseguridad, el narcotráfico, la corrupción, el desempleo y los desenfoques y deficiencias gubernamentales.
Las razones para que los graves problemas subsistan, es decir, para que nada se corrija, nada se arregle y que no mejore la situación del país son las que a continuación se explican.
Improvisación. Se toman medidas sin conocer ni estudiar a fondo las causas, los motivos, los autores y los responsables de cada uno de los problemas. Sin adelantar los debidos raciocinios y juicios del conflicto en ciernes no se logra ningún resultado efectivo y definitivo, que es lo que se busca, lo que se requiere.
Capricho. Se aplican decisiones y medidas atendiendo únicamente a una inclinación y terquedad personal o partidaria de quien tiene el poder o la facultad de hacerlo, lo que en nada propicia lo que se debe aplicar para el respectivo caso.
Insensatez. Es el hecho de adelantar procesos, dándoles a los grupos terroristas las mismas facultades, capacidades, estatus, gobernabilidad y derechos legales y judiciales que constitucionalmente posee el Estado. O sea, nivelar a las agrupaciones criminales con el Estado como si tuvieran la misma índole, la misma esencia. Esto se aprecia en las negociaciones que se adelantan y en los ceses bilaterales de fuego que se disponen. Además, por ley, la Fuerza Pública nunca debe cesar sus operaciones contra organizaciones delictivas.
Incapacidad. Esta irregularidad se hace presente en las acciones del Estado cuando, en la dirección y jefatura de los altos cargos estatales se nombran personas sin los conocimientos, ni la actitudes y aptitudes ni la disposición para desempeñar el respectivo cargo. Son nombramientos que se hacen por intereses familiares, políticos o personales.
Politización. Muchas medidas, disposiciones y decisiones que los gobiernos toman se expiden buscando con ellas beneficiar a su partido o a sus seguidores políticos o buscando favorecer o imponer una tendencia izquierdista. Esto, no solo no soluciona el debido problema, sino que, por lo general, acarrea unos nuevos conflictos.
Soberbia. Es el engreimiento de algunos mandatarios y funcionarios que están convencidos de que ellos son sabios e infalibles y que sus decisiones son las soluciones correctas a los problemas nacionales. También es el comportamiento airado, colérico o petulante que muestran algunos directivos en sus actitudes habituales. Ese envanecimiento y esas acciones altivas hacen que la mayoría de las decisiones oficiales tomadas por esas personas sean erradas, desacertadas e imprudentes y, por lo tanto, rechazadas.
Indolencia. La manifiestan la despreocupación y la desidia que han mostrado el Estado y sus gobiernos para solucionar los graves problemas de violencia, de narcotráfico y de corrupción que vienen azotando a Colombia desde los años 70. Por lo general, todas las autoridades se han mostrado incapaces de enfrentar los problemas citados, omitiendo la posibilidad de enfrentarlos, dando lugar a que la nación haya tenido que subsistir tantos años en condiciones verdaderamente lamentables.
*En Colombia el término “embarrada” se emplea como error manifiesto, desliz