En efecto, si se analizan las razones por las que en Colombia casi nada se soluciona y casi nada se enfoca correctamente, se llega a la conclusión de que las fallas principales están en la falta de criterio de quienes, como autoridades estatales y gubernativas, toman decisiones en forma errónea y cometen desaciertos en la emisión de medidas oficiales. Estas circunstancias, a la larga, impiden la solución de los respectivos problemas e imposibilitan obtener resultados en los procesos correspondientes.

Este asunto ha sido común en casi todos los gobiernos desde hace muchos años, y algunos de esos criterios errados se deben a juicios de miembros de organismos oficiales o de jefes o directivos institucionales y también a afiliados a partidos o grupos políticos con tendencias sectarias. Para evidenciar esta situación de falta de criterio, en este escrito se analizan los proyectos que el presente gobierno tiene en curso.  

Criterio desenfocado. Se ve en la Reforma a la Salud que proyectó el Ministerio de Salud con grandes incoherencias que no arreglan los aspectos que en este campo se requiere mejorar, en cambio sí pueden dar lugar a nuevas y peligrosas complicaciones.  

Criterio infundado. Es el que se está aplicando a la llamada “Paz Total”, que tal como está diseñada y como se está ejecutando no va a conducir a la paz que requiere el país. Va a tener las mismas incongruencias de los Acuerdos de Paz con las Farc, que en la realidad no fueron lo efectivos que se esperaba, en cambio sí originaron unas increíbles inconsistencias   

Criterio equivocado. Sale a relucir en los planes y procedimientos que el Gobierno está llevando a cabo con el tratamiento a todo lo relacionado con el narcotráfico (cultivo de coca, procesamiento, transporte y venta).

Criterio desacertado. Es el que se está utilizando al pretender acabar con la explotación de petróleo y gas en el país para luego tener que importar este último de Venezuela.

Criterio injustificado. El que se observa en el nombramiento de delincuentes condenados y presos como negociadores de los procesos de paz, aplicándoles la ley de sometimiento, decisiones que no solo generan impunidad, sino que también conceden inmunidad, disposiciones que terminan favoreciendo a peligrosos e imperdonables delincuentes.

Criterio inexplicable. El expresado en las declaraciones dadas por el Ministro del Interior en relación con el secuestro de 70 policías y el asesinato de uno de ellos cometidos por bandas y que el Ministro denominó “cerco humanitario”.

Las razones que explican esas faltas de criterio son:

De carácter político. Porque se realizan acciones y se toman decisiones contrarias a las necesidades del país, para favorecer exclusivamente la tendencia política del gobierno y derrotar las adversas.

Por improvisación. Porque se toman decisiones sin haber adelantado a profundidad los estudios que determinan las causas del problema y después poder encontrar las soluciones más acertadas para solucionarlo.

Por petulancia. Porque, por lo general, las autoridades o los altos funcionarios toman decisiones convencidos de que son infalibles y que lo que disponen es la única o mejor solución al problema en ciernes.

Por capricho. Cuando el jefe de una institución oficial impone su voluntad no porque sea la mejor solución sino para demostrar quién es el que manda.

Por ideología política. Cuando en el Congreso o en las organizaciones gubernativas se apoyan propuestas de determinados partidos o grupos políticos, aunque estas no tengan lógica ni sentido.