No deja uno de sorprenderse de las idioteces surrealistas de los funcionarios de alto rango del gobierno del cambio catastrófico. Cuando oyes la interminable cascada de estupideces que parecieran ser delirantes balbuceos “boreales” de unas pocas neuronas marinadas en alcaloides, la reacción natural de la gente que no necesita estar drogada para trabajar, es que tenemos unos ministros ineptos a los que les quedó grande el puesto. Pero no es así. Este gobierno tiene el mejor gabinete que presidente alguno haya tenido. Expondré primero algunos ejemplos de imbecilidades ministeriales y luego explicaré por qué digo que es el “mejor” gabinete.
La cabeza, solo por su rango y no por el ejercicio, del Ministerio de Minas, dijo recién llegada que los carbohidratos, perdón, hidrocarburos, van a acabar con el planeta, y por tal motivo no seguiremos haciendo exploración de los mismos. Pero el desabastecimiento que tendremos en pocos años se resolverá genialmente, importando hidrocarburos de Venezuela, que curiosamente no contaminan. El cambio se nota.
El ministro de Economía, que debió graduarse de economista en el mismo happy hour de títulos de economista de su jefe o la señora Mazzucato, ha puesto a tambalear toda la teoría microeconómica al decir la semana anterior que la disminución de la oferta de un bien o servicio, en este caso hoja de coca, ocasionará una reducción de su precio. El cambio se nota.
El ministro de Defensa, no voy a decir de quién, quiere hacernos creer que las víctimas de la delincuencia son los culpables de sus heridas, secuestros, robos y muerte, por tentar abusivamente a los delincuentes. Si a una joven la violan, ¿quién la mandó a ponerse tan bonita? Si le roban el celular ¿quién lo mandó a usarlo fuera de su casa? Si lo secuestran ¿quién lo manda a viajar por tierra pudiendo usar algún “helicótero” que esté disponible? El cambio se nota.
El ministro del Interior anunció la semana anterior, concretando la iluminada propuesta del quien dice que la fórmula para disminuir los delitos es decir que “no” son delitos, que se les pagará a los delincuentes un millón de pesos mensuales para que no delincan. Extorsión ahora se llama trabajo preventivo. Los filoterroristas y filodelincuentes encontraron la solución mágica. Si quieren que los pedófilos no violen niños de 10 años, pongan a disposición de sus “cariñosas” costumbres a niños de 11, y listo. El cambio se nota.
Y la lista seguiría, pero no tengo espacio ni ganas de que vomiten. Después de semejantes idioteces, ¿por qué digo entonces que este es el “mejor” gabinete presidencial de la historia, si todas estas “genialidades” son atentados a las instituciones, leyes, esfuerzos de décadas de gente decente y trabajadora, que inviabilizan el futuro de la sociedad? Precisamente por ello. No habíamos visto un grupo de ministros más comprometidos, aptos, recursivos y corajudos para cumplir con el verdadero propósito del gobierno del cambio catastrófico: destruir el país.
El cambio se nota, y apenas está empezando.
https://www.elcolombiano.com/, Medellín, 17 de julio de 2023.