Este ejercicio se puso de moda: A la doctora Sarabia que hizo tanto escándalo con el supuesto robo de la niñera que la llevó a chuzadas y polígrafos que por siete mil dólares no se justifican, recurre a las volandas a su banco a solicitar un crédito de cincuenta millones de pesos para atender el pago de sus tarjetas de crédito. Si lo recibido para sus “viáticos” era un valor equivalente a treinta millones, ¿en qué se gastó los veinte restantes? ¿Qué pasó con el cuento de los tres mil millones de pesos, existieron o no? Con su declaración tapó el entuerto.
Al iluminado Dr. Benedetti ¿le cierran la boquita antes de que se tome otra media de Old Parr y confirme el cuentico de los quince mil milloncitos que “se fueron para el Pacífico” ¿Se irá o no para Venezuela a entregar el cargo o lo hará virtualmente? Con fuero diplomático que lo protege ¿explicará el misterio de los vuelos privados y sus objetivos? ¿Por qué aterrizaba en el aeropuerto de La Carlota en Caracas y no en Maiquetía? Suena curioso que el Canciller se niegue a firmar la prórroga de la embajada en Venezuela, ¿pero cuando está en París si la pudo firmar un secretario de la Cancillería?
Entiendo que la Fiscalía deba atenerse al dictamen de Medicina Legal sobre el caso del “suicidio” del coronel Dávila, aunque suscita dudas la “investigación exhaustiva” que concluye en la causa de su muerte. ¿Qué información tenían el presidente y el ministro de defensa para afirmar el “suicidio” antes de conocer el resultado de la autopsia del coronel? ¿El escolta dejó el arma a propósito? ¿por qué la trayectoria de la bala llegó al techo de la camioneta cuando podría haber herido al escolta del que supuestamente se despidió y estaría a su izquierda? Ojalá algún día se aclaren estas preguntas y otras que flotan en el ambiente.
El Rincón de Dios
“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”. Apocalipsis 21:8