Decir colombianos es igual a decir pueblo, o masa que se deja llevar por los medios, lo mediático, las emociones, el temor y, parece que el miedo a Petro se va a imponer, porque los resultados sorprenden a los escarbadores de encuestas, las cuales parecen servir, ya no para montarnos en el bus de su victoria sino para bajarnos. Porque entre el vaticinio y la realidad, las equivocaciones son descomunales.
Por ejemplo, en 2002, las encuestas daban fijo que Serpa sería el presidente con una intención de voto del 41,2%, contra Álvaro Uribe Vélez con el 23,4%. La diferencia de 17,8% se la tragó Uribe y ganó holgadamente.
En 2018: Petro estaba seguro de su victoria con una intención de voto del 45.9%, contra el 26.7% de Duque. Tampoco importó esa diferencia del 19,2% y Duque fue presidente.
Hoy las encuestas son similares: Petro tiene una intención de voto del 37.9% contra el 30,8% de FICO. La diferencia es del 7,1% que se reduce cada vez que Francia abre la boca y que a Petro se le desnudan las mentiras y las ganas de robarse al país.
Los resultados de ayer en los escrutinios de varios consulados del exterior se conocieron con la rapidez de un incendio de yesca seca. Eso decimos los viejos. Para los jóvenes fue gracias a la inmediatez del clic de jurados y testigos electorales que los difundieron al instante.
Las cifras que conocimos después de 4:00 pm fueron:
En Estados Unidos: Orlando escrutó 1010 votos de los cuales 739 fueron para Fico y 91 para Petro. En Atlanta hubo 428 votos: Fico con 311 y Petro con 58. En Washington se obtuvieron 446 votos: Fico 232 y Petro 102.
En los tres consulados estadounidenses Fico obtuvo 1.282 votos contra 251 de Petro. Qué leñera, por favor.
En Panamá, donde la campaña YoUniFicoPanamá hace presencia, hubo 347 votos de los cuales Fico obtuvo 209, seguido por Rodolfo con 61 y Petro de tercero con 57 votos.
Es un ejercicio interesante que se salió del control de la Registraduría, porque anteriormente no se podían conocer los resultados parciales de las elecciones en el exterior, pero en esta ocasión, cada jurado y testigo electoral, con un celular en la mano tiene el mundo a su alcance y no hay forma, que yo sepa de canalizarlo.
Lo que sí sé, es que se está repitiendo lo que dije antes. El que gana en las encuestas, pierde en las urnas.