En Colombia está en peligro el sindicalismo libre y democrático, si el próximo 7 de agosto, se posesiona en el Palacio de Nariño un régimen regentado por el comunismo totalitario y representado por Gustavo Petro, puesto que el marxismo-leninismo cree que las organizaciones de los trabajadores son simples activos sindicales, que se utilizan de acuerdo a las circunstancias, ya sea que las fuerzas totalitarias se encuentren en la oposición o en el manejo del Estado; de ahí que las dictaduras comunistas convierten al sindicalismo en apéndice del partido, como sucede en las tiranías de Cuba, China, Vietnam o Corea del Norte, en donde están conculcados el derecho a la huelga y al contrato colectivo, usando la fabula de que el “pueblo está en el poder”, y que por eso no pueden haber ni peticiones ni protestas.
Desconociendo los comunista y sus idiotas útiles, que los Mártires de Chicago, seguían las enseñanzas del anarquista Mijaíl Bakunin, sin que por ello renunciaran a la lucha por las reivindicaciones de los obreros, consiguiendo las 8 horas de trabajo, las 8 horas de descanso y 8 horas de ocio, que fue un gran logro en su momento de los trabajadores; mientras que al comunismo totalitario o marxismo no se le conoce en su mentirosa y violenta historia, ninguna reivindicación universal a favor de los asalariados, sino que se ha dedicado a promover un discurso miserabilista de resentimiento y odio.
Así que es falso que el marxismo sea la teoría revolucionaria para la emancipación de los trabajadores, debido a que como lo enseñó la Primera Internacional “La emancipación de los trabajadores es obra de los propios trabajadores”, sin partidos comunistas de ninguna laya, por lo que hay que ser enfáticos en que la lucha de clases es una patraña marxista para sembrar la violencia, pues lo que les importa a las élites comunistas es el poder eternamente, además como lo hemos afirmado en otras oportunidades, las clases existen en los animales y las plantas, pero los seres humanos somos únicos e irrepetibles.
La perorata comunista dice que con la abolición de las clases se viene la extinción del Estado, lo que causa hilaridad, cuando se sabe que con el comunismo en el poder sin importar el pelambre, se busca tener a las naciones sometidas a dictaduras perpetuas, entonces ¿cuál abolición del Estado? Por eso los libertarios anticipándose a lo que sucedería con los marxistas manejando el Estado, ridiculizaron y desenmascararon al señor Karl Marx en el siglo XIX.
Desde esa época al marxismo se le ha considerado como una simple patraña burocrática de engaño al proletariado, teniendo ejemplos al canto del fracaso antropológico e histórico del comunismo totalitario en la actualidad, en casos conocidos como Cuba, Venezuela y Nicaragua, y por ese camino pretenden conducir a las naciones latinoamericanas, incluida Colombia indudablemente, colocándolas bajo la férula del socialismo del siglo XXI.
Albert Parsons, August Spies, Adolph Fischer y George Engel, nombres de los Mártires de Chicago, demostraron que su sacrificio no fue en vano, y que un mundo mejor es posible como ellos lo soñaron, pero sin la mezquindad del capital especulativo improductivo y sin estatismo de la secta marxista leninista que busca mediante la bestialidad someter a los demás mortales a sus instintos insanos, de ahí que los seguidores de Marx y sus simpatizantes, si supieran discernir lo que significa el día del los trabajadores les debería dar vergüenza conmemorarlo, pues los Mártires de Chicago nunca compartieron los sofismas marxistas que como lo dijimos antes, se basan en la miseria de las masas para volverlas más sumisas a las élites comunistas.
Las luchas sociales que realizan los trabajadores se fundamentan en la solidaridad, porque la justeza de la protesta debe de ir encaminada hacia las reivindicaciones inmediatas e históricas. Rechazando la infiltración de agentes de grupos narcoterroristas, dado que a dichas bandas armadas de las Farc y el Eln no les interesa el bienestar de los trabajadores, porque con su credo comunista totalitario lo que pretenden es tener a los obreros y campesinos de masa de maniobra, para satisfacer sus apetitos burocráticos, lo que demuestra que el marxismo leninismo por antonomasia es enemigo de los pueblos.
El marxismo con sus diferentes disfraces en Latinoamérica ultraja la memoria de Bolívar, Martí, Zapata, Pancho Villa, Sandino, Gaitán y hasta Perón, entre otros, usándolos para sus ambiciones dictatoriales, y de la misma manera se aprovecha de fechas importantes como el Primero de Mayo, desconociendo la historia, en aras de objetivos inescrupulosos y atentando en contra de la independencia sindical la cual enseñaron con su sacrificio los Mártires de Chicago.
El Primero de Mayo es antagónico al marxismo que reprime la libertad individual cuando está en el poder, y que busca en Colombia tomarse el gobierno para montar una nomenclatura totalitaria, cuya burocracia parasitaria con los bienes públicos oprimiendo y expoliando a la población; por eso el cuento acerca de que al comunismo no se puede decir que es malo, porque no ha gobernado al país es una falacia, pues a Colombia tampoco la han gobernado el nazismo o el fascismo y por esa razón esas doctrinas perversas no dejan de ser deshonrosas, de la misma manera el totalitarismo comunista no ha gobernado, pero los espejos en otros pueblos del mundo demuestran lo cruel, inhumano y degradante de los regímenes marxistas, que son responsables de más de 150 millones de asesinatos desde 1917 hasta nuestros días.
Las movilizaciones de este Primero de Mayo son promovidas por las principales centrales obreras en Colombia, y se aspira que sean gigantescas como en años anteriores. Resaltando que producto del Covid-19 o peste china, no se realizaron manifestaciones nutridas en los años 2020 y 2021, por lo que en el 2022 se retorna a las calles, con consignas pluralista, democráticas y antitotalitarias que deben caracterizar al movimiento de los trabajadores, debido a que su liderazgo en la lucha social no se le puede poner en duda, pues hay organizaciones que usan entelequias para desvirtuarlo, principalmente las seguidoras del comunismo totalitario.