La política. Las elecciones legislativa y presidencial marcarán los hechos más importantes en el 2022. Los resultados de las recientes encuestas de percepción de opinión pública muestran que la inmensa mayoría de los ciudadanos quieren renovar el Congreso de la República y elegir un presidente que ponga orden a la seguridad del país y al despilfarro de los dineros públicos, le tuerza el pescuezo a la corrupción, genere fuentes de empleo y reduzca la pobreza.
La economía. La reactivación de la economía pos-COVID en todos los países del mundo ha impulsado los récords históricos en los principales commodities agrícolas, mineros y energéticos. El superciclo de precios de los commodities agrícolas, mineros y energéticos que arrancó este año será un tanque de oxígeno que ayudará al país a salir de las neumonías de la pobreza (42,5%), el desempleo (12,3%) y el déficit en la balanza comercial (US$1.624 millones). El gobierno tendrá, con esta coyuntura, la mejor oportunidad de reactivar la economía del país si logra alinear todos sus esfuerzos económicos e institucionales al fomento del crecimiento y productividad de la agricultura básica de maíz, soja, café, banano, frutales, cacao, palma, harinas y ganadería; a la expansión de la minería del carbón, níquel, hierro y cobre; al impulso de las energías no renovables como el gas natural y el petróleo; y el fomento de los renovables como la energía eólica, solar, geotérmica y de biomasa.
La justicia. El año entrante el Congreso decidirá si cambia la forma de seleccionar y escoger al fiscal general de la Nación. En la practica se trata de invertir el orden. Actualmente, es la Corte Suprema de Justicia quien elige al fiscal de una terna que le envía el presidente de la República. Lo que se está discutiendo en el Congreso es que sea la Corte quien envíe la terna al presidente de la República para que este escoja el nuevo fiscal. En el 2022 también será elegido por el Congreso en pleno el próximo contralor general de la República.
Innovación tecnológica. Será el rubro más alto de inversión en los presupuestos de las empresas y entidades públicas para poder adaptar sus servicios a la economía digital. Los que más y mejor inviertan en tecnología serán los únicos que van a sobrevivir en este mundo globalizado de la economía. Las escuelas y universidades -públicas y privadas- tendrán que enseñar a los estudiantes este nuevo idioma de la inteligencia artificial (AI).
Cambio climático. Sin duda alguna, el 2022 será el año de las grandes ejecuciones en materia de política de fomento forestal y energías renovables.
https://www.elespectador.com/, Bogotá, 29 de noviembre de 2021.