Columnistas Internacionales
Alexander Cambero
No le demos tantas vueltas al asunto. El gobierno de Nicolás Maduro ha pretendido desconocer la voluntad popular tratando de quedarse en el poder de manera irregular. El resultado de los comicios del 28 de julio fue una absoluta felpa para la manirrota administración revolucionaria. Perdió abrumadoramente a lo largo y ancho del país. Ese hecho irrebatible es conocido por el mundo entero. La diferencia es tan grande que no existe la menor probabilidad de ser rebatida de manera honesta.
Alexander Cambero
Que una administración utilice recursos tan pueriles como la de impedir que María Corina Machado o Edmundo González puedan almorzar en un restaurante refleja una conducta disfuncional originada quizás en hogares asolados. Colocar dispositivos en las vías para que pinchen las llantas denota personalidades con instintos criminales. De allí hasta caer en una agresión física solo existe un paso, sobre todo cuando cunde la desesperación ante el inminente revés electoral.
Alexander Cambero
Bajo la premisa de un falso precepto de paz, el gobierno de Gustavo Petro viene alimentando la violencia como el mecanismo perfecto para sus malévolas intenciones. La democracia y sus instituciones le vienen causando urticaria. Siente escozor cuando desde la sociedad colombiana se cuestiona a su gestión tan llena de desaciertos y corruptelas. Su obra es letra muerta, la crisis nacional es de un recrudecimiento alarmante mientras un alucinante presidente se cree el pensamiento esclarecedor del planeta.
Alexander Cambero
En las huestes de la revolución cunde el pánico. Un frío sigiloso comienza a penetrar hasta lo más profundo para llenarlos de un espeluznante miedo. Ese temor que roba horas de sueño viene sometiendo a sus débiles andanzas. Los nervios hechos trizas cuando los días son la proximidad del paciente sin remedio. El domingo 28 de julio es como una condena definitiva en donde este esperpento de la historia absurda rodará como cabeza de estatua. Morderán el polvo de la derrota. Su maldad se devolverá para que reciban su propia pócima. Han derruido la vida nacional hasta conducirnos por derroteros lamentables. Venezuela fue secuestrada por los que hoy reciben el rechazo abrumador de la gente. La realidad actual es la mayor de las condenas de la revolución. El pueblo al que robaron los repudia.
Alexander Cambero
Cuando el filántropo norteamericano Melvin Jones acarició la idea de crear un gran movimiento comunitario, quizás no imaginó su trascendencia en la vida de millones de seres humanos durante más de cien años.
Alexander Cambero
Remonta al río Apure con la mirada puesta en el porvenir. Cuántas historias conocen estas aguas que guardan el celoso silencio de los siglos. No existe palabras que reflejen el embrujo de este ecosistema tan maravilloso que termina por atraparte. Es la pasión arrebatadora que te hace sucumbir ante sus deleites de vida. Un mundo más allá de la leyenda que han repetido por generaciones estos hombres y mujeres del llano. Desde algún punto equidistante gravita una forma de ser tan peculiar. Entienden a Venezuela dibujándola en cada palmo que acaricia la sombra de los árboles en donde cuelgan los nidos de los arrendajos. El río es su esencia que los conecta con sus antepasados. Episodios extraordinarios como cuando el centauro José Antonio Páez cruzaba a nado con el cuchillo entre los dientes. La libertad nacional en brazadas del héroe emancipador con mayor olor a pueblo de nuestra historia.