Otras opiniones
El País (Editorial)
En el sector de Puerto Rellena, símbolo de los bloqueos y desórdenes que se tomaron a Cali durante varias semanas, un atentado terrorista dejó heridos a trece integrantes del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía, Esmad. Además de exigir la captura de quienes realizaron el criminal acto, el rechazo debe ser la respuesta de una sociedad que no puede seguir expuesta a la división y el crimen con el cual pretenden amedrentarla.*
Carlos A. Montaner
Tal vez al presidente Joe Biden debió denunciar a Donald Trump mucho antes. Cuando era evidente que fabricaba una mentira tras otra sin importarle el daño que le hiciera a la democracia estadounidense. Afortunadamente (es mejor tarde que nunca), habló el jueves 6 de enero, al año justo de haberse asomado a la catástrofe.
Mauricio Botero C.
El arzobispo de Cali se despacha contra el gobierno en abierta participación partidista, en contravía de lo ordenado por el Vaticano y autoridades eclesiáticas
Daniel Mera Villamizar
Ni Duque es Piñera, ni Petro es Boric y no tendremos un Kast, pero los parecidos son muy útiles para pensar el caso colombiano.
Marc Eichmann
En enfrentamientos en Arauca entre las bandas criminales de las disidencias de las FARC y el ELN murieron más de 25 colombianos la semana pasada. Versiones de los lugareños dan fe de que muchos de ellos murieron en territorio venezolano y que sus cadáveres fueron transportados y abandonados en Colombia.
Rafael Isaza
Amable lector. Luego de leer el libro del general Jorge Enrique Mora titulado: Los pecados de la paz, bien vale exponer el siguiente comentario. El presidente Juan Manuel Santos se empeñó en negociar con las Farc una paz duradera. Para ello no dudó en sacrificar los más elementales principios éticos y morales; incluso ignoró la voluntad del pueblo expresada en el plebiscito de 2016.