La diplomacia colombiana siempre se caracterizó por un prestigio muy reconocido en los foros internacionales. Eran funcionarios al servicio de los supremos intereses de la República. Sus posiciones partidistas, las visiones particulares, las dejaban al costado. En los grandes temas universales el país fue una voz determinante para lograr que sus puntos de vista lograran el debido reconocimiento. Uno recuerda a Noemí Sanín y siente como el prestigio se desbordaba en los argumentos de ella. Fue la primera mujer Canciller de la nación. Era la precisión en cada espinoso asunto.
Una de las acciones de mayor éxito diplomático es la experiencia. El saberse manejar en un mundo donde un paso en falso puede ser un duro revés. Por eso las grandes naciones casi siempre mantienen a su personal. Inteligencia y mesura con mucho guante de seda para encontrar salidas.
El actual drama colombiano es que tiene al frente del gobierno a un personaje que se conduce con absoluta torpeza. Sus gélidas posiciones antediluvianas son de un despropósito tal que la Cancillería necesitará de un exorcista para expulsar sus demonios anclados a la vieja rémora soviética. Un actor bufo que asume ideas que fueron exterminadas por el primer mandarriazo que derribó al comunismo de su égida de atraso.
Será mucho el trabajo de Laura Sarabia para tratar de aclarar tanto entuerto. Ya esa película la vimos en Venezuela con Hugo Chávez y José Vicente Rangel. Las metidas de pata del tótem revolucionario eran casi semanales. Desde un escenario rigorosamente sobrio. Con el rostro demacrado por las horas de debate en donde terminaba por convencerlo. Solía comentar: ´´ Lo que quiso decir el presidente fue esto…´´ en Colombia comienza el mismo peregrinaje. Lo acabamos de ver con el impasse entre Gustavo Petro y Donald Trump. Gustavo Petro fue reducido al polvo al enfrentarse con su realidad. Su tradicional torpeza puso en peligro los negocios de miles de colombianos. Un revés durísimo al orgullo de un primer mandatario que siempre anda dando tumbos.
En política exterior no caben los advenedizos. Tampoco los sueños húmedos del pacto histórico.
@alecambero
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La triste agonía de un país al revés.
Alexander Cambero
Somos la preponderancia de lo torcido. Desde el gobierno venezolano se ha construido un modelo en donde sus principios siempre estarán en tela de juicio. Se exalta la violencia generalizada, la persecución brutal del oponente al cual no le reconocen sus derechos humanos. Es simplemente un elemento al que se tiene que exterminar.
Este sistema busca imponernos su narrativa. La versión mejor acababa de un proyecto: que pretende inducirnos a creer que la vida nacional comenzó con ellos. Descuartizan la rica historia venezolana para contarnos la suya. No es una estrategia que nazca de algún suspiro etílico, la idea es mucho más profunda de un simple capricho. Lo iniciaron llevando a las escuelas un proyecto educativo en donde se promueve un solo pensamiento. Una vulgar mezcolanza de galimatías. El manual perfecto para crear incondicionales.
El totalitarismo requiere demoler todo ideario democrático, para lograr el propósito de formar una inmensa legión de fieles que acompañen ciegamente su dogma. Es la esencia del veneno ideológico que elabora el manjar del imbécil. Son individuos que renunciaron a pensar, de manera autónoma, ese ejército de eunucos cerebrales, plena los escenarios de la vida nacional, para deshonrarla con la insensatez de sus disparates.
La Venezuela que enarbola la libertad, como esencia del ser humano, les parece contrario al espíritu revolucionario. Así que muchos de nuestros próceres civiles pasaron a la categoría de apátridas. Sus impecables hojas de servicio fueron manchadas por la grosera descalificación oficial. Una estrategia para ir mutilando la historia, para dejarnos huérfanos de verdad. Luego el avance para imponernos el decimonónico discurso. Se cambian los nombres y símbolos de las ciudades, con la intención que solo nos miremos en el espejo de quienes nos han destruido. Los héroes gubernamentales son personajes hijos de la violencia. Esperpentos de vidas oscuras. Con aportes magros que no resisten un juicio histórico.
Se exalta al facineroso que abrazó la causa de estar al margen de la ley. Seres que fueron asaltantes de bancos, secuestradores, quienes atentaron contra la institucionalidad democrática, se le construyen estatuas.
Estamos en presencia del mundo al revés. Se le rinde culto al sórdido atajo. Aplauden al bribón, lanzando al cesto de la basura al digno. Han avanzado muchísimo es su estrategia de hacer que la gente se sienta representada en el prototipo del granuja. Eso lo han logrado al acorralar al pensamiento libre, cambiándolo por una manada de zombis. No permitamos que nuestra historia sea secuestrada. Que le inventen artificios para hacer que su narrativa, sea el resultado de eventos, que nacieron de la mano de los oscuros intereses.
@alecambero