Alexander Cambero
Alexander Cambero
El camino polvoriento se asomaba cerca de las estelas del río. Las aguas son desafiantes ante los obstáculos que inútilmente tratan de impedir su paso. La emblemática escena llanera se asemeja a María Corina Machado logrando con éxito vencer la contrariedad. No importa la proporción de la dificultad. Ella podrá imponerse con la fuerza de su intrepidez.
Alexander Cambero
Existe una dimensión entre el pasado y acariciar la realidad. Desde la presidencia de Colombia se es débil frente a la condena al terrorismo. El haber bebido de las fuentes del abuso en contra de las instituciones democráticas, lo hacen claudicar ante la barbarie originada por el odio.
Alexander Cambero
Alexander Cambero
La irrupción en las instalaciones de la revista Semana de una horda violenta de la minga indígena Misak es un precedente peligrosísimo que busca intimidar al libre ejercicio del periodismo.
Alexander Cambero
Hace poco más de un año Gustavo Petro lograba llegar al poder. Una performance que hizo que millones de colombianos se ilusionaran con su propuesta. Sus intervenciones públicas giraron en torno a resolver los gravísimos problemas del país. Paulatinamente, la decepción fue ganando adeptos.
Alexander Cambero
Si existe algo que pueda compararse con la tiranía venezolana es el Centro Penitenciario de Tocorón en el estado Aragua.
Alexander Cambero
Colombia goza de instituciones que son la camisa de fuerza que impide que el presidente Gustavo Petro actúe a sus anchas.
Alexander Cambero
En las oscuridades de las miserias inconfesables coinciden para tratar de cerrarle el paso a la Venezuela libre. Les incomoda que María Corina Machado reúna una extraordinaria mayoría que la hace la depositaria del cambio político. Todos los sondeos de opinión le adjudican una ventaja tan grande que su victoria en las primarias parece segura.
Alexander Cambero
El desespero es propio de las almas en pena. Comienzan a vagar por mundos sumergidos en estela de frustración. En la orfandad de quienes carecen del fervor de las mayorías van germinando agrios momentos de pesadumbre que indican que la prepotencia colgó los guantes. Que ahora lo que recorre los pasillos de Miraflores es el miedo a salir de allí. Que están claros que la justicia internacional está esperándolos en el banquillo de los acusados. Ya más de uno tendrá las medidas de sus vestimentas de preso.