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Álvaro Ramírez González                                                                          

Tenía otro tema en el tintero, pero debo confesar que después de ver la revista Semana que circula ya, decidí dedicarle esta columna al expresidente pereirano y viejo amigo, César Gaviria Trujillo.

Entre otras porque con el resultado de la pasada convención liberal, que dejó no solo contentos a los liberales, sino tranquilos a muchos colombianos, no me cabe duda de que el próximo año, habrá dos personajes alrededor de los cuales va a gravitar toda la política colombiana: ¡Uribe y Gaviria!

Ambos expresidentes, duros contradictores entre sí, pero pesos pesados.

No hay en Colombia líderes de ese tamaño.

Y otra palabra alrededor de la cual va a gravitar toda la política colombiana: ¡Unión!

La pasada convención tiene una sola lectura: ¡Gaviria arrasó con Petro!

La presencia del exministro liberal-petrista Luís Fernando Velasco, pronosticaba un abordaje del petrismo con la chequera y el poder al partido liberal.

Resultado:

Gaviria: 582 votos

Velasco: 11 votos

Es una vergonzosa derrota al gobierno y a Petro, que presagia la catástrofe electoral que se les avecina.

Conozco a César Gaviria como pocos.

Nuestra amistad data de 1970, y fue él, quien me enseñó las primeras líneas de la política, y me llevó en la lista liberal a ser Concejal de Pereira.

De allí y poco tiempo después de su mano llegué a la Alcaldía de Pereira.

Jamás pisó el despacho del Alcalde en mi mandato, siendo él, mi jefe político.

Pero avancemos.

César Gaviria rotuló su gobierno con la frase: “bienvenidos al futuro!”

Le dejó a Colombia una nueva Constitución en el año 91, que ha hecho más efectiva la administración de justicia y con la tutela, le abrió a todos los colombianos la igualdad de sus derechos ante la ley.

Después de Gaviria, la ley también ampara a “los de ruana “, que antes no tenían ese privilegio.

Y una apertura económica al mundo que sonó muy drástica, pero hoy nos tiene abiertas las puertas del comercio internacional para nuestros productos.

También nos devolvió los puertos, que estaban secuestrados por los sindicatos de Colpuertos y tenían el comercio exterior del país, arrinconado y plagado de multas internacionales.

Gaviria estuvo en la OEA, más de una década.

Es el primer colombiano que llega a tan alta posición latinoamericana.

Lleva desde entonces, casi 30 años dirigiendo en solitario el Partido Liberal.

Esta dura posición naturalmente está plagada de críticas, como el reciente escándalo del congresista liberal caldense ya fallecido, Mario Castaño, un verdadero capo de la corrupción y su escándalo de “las marionetas “.

Sobre todo, de un enorme grupo de lectores de Antioquia, recibo, mensajes muy duros contra Gaviria, acusándolo de puestero y de cómplice de todas estas tragedias.

Le explicaba yo a ellos, que Gaviria intentó estar cerca del gobierno y de Petro para aconsejarlo y no dejar que pasaran todas estas barrabasadas.

Petro no lo permitió.

Y se dedicó a comprar congresistas liberales al menudeo.

Sobre todo, representantes a la Cámara, cuyos votos salen todos de su región y no dependen para nada de la política nacional.

Por eso se sienten independientes y no son dóciles ni obedientes de las políticas del partido y las recomendaciones de Gaviria.

Esas toneladas de dinero que han repartido Velasco y Cristo, han hecho mucho daño en el liberalismo y le han traído muchos problemas a Gaviria.

El año entrante será decisivo para el país, cuya economía no anda bien y su orden público, en crisis como nunca.

Pero Petro, arranca ese año también, con una impopularidad gigante ya muy cercana al 80%.

Gaviria que explora desde ya una unión de partidos y Uribe que intenta resolver la candidatura única del CD, serán los grandes contradictores de Petro.

Ambos con virtudes y defectos, son los dos estadistas con más peso en la política colombiana.

Y ambos serán quienes construyan a su manera y seguramente con otros invitados una candidatura única y muy fuerte que derrote a Petro, que, al día de hoy, tampoco tiene candidato.

Gaviria sin duda ha cometido errores, y Uribe también.

¿Quién no?

Ese tipo de posiciones y liderazgos crean muchos críticos y enemigos.

Pero todo el proceso de salvamento de este país de las garras de Petro y el narco-terrorismo, estará sobre los hombros de Álvaro Uribe y César Gaviria.

Y no tengo duda que ambos tienen la grandeza y el patriotismo para enfrentar ese reto gigante y juntos.

Nadie lo sabe hacer mejor que ellos.

Celebro como amigo de tantos años y colombiano, el triunfo avasallador de César Gaviria y la continuidad de su jefatura liberal.

¡Colombia lo necesita como nunca antes!

Criticar a Uribe y a Gaviria es lo más fácil, pero no produce nada

Apoyarlos con nuestro sufragio puede representar el único camino de salvación del país.

¡No veo más opciones!

No hay más camino que una gran alianza nacional liderada por Uribe y Gaviria.

¡Entre otras por que el año entrante serán el CD y el Liberalismo, los actores más fuertes de la política colombiana!

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