Este país marchaba mal que bien, pero marchaba sin sustos, hasta que llegó Petro y comenzó a tratar de echarle reversa o de bombardear todo lo que nos hacía una nación viable y vivible. Y de pronto sentimos que vamos de culos para el estanco.
Dijo que no dejaría explorar ni explotar más pozos de petróleo y gas y nos puso como meta volvernos una Colombia cocinando en fogones de leña o en estufas de electricidad y, lo que es peor, sin recibir el 50% de las divisas con las cuales compramos el 70% de la comida.
Dijo a través de una de sus ministras que acabaría con las EPS y, como para que no quedara duda, el mismo presidente se ratificó en la mentira refutable diciendo que el servicio de salud de esta Colombia dizque era de los más malos del mundo.
Con el mismo espíritu liquidacionista (copiado de Lenin) anuncia una dizque reforma pensional que no es nada más ni nada menos que la legalización de una expropiación de los depósitos hechos por tantos ahorradores en los Fondos de Pensiones a quienes convoca con esa medida a la quiebra, dejando a su vez a Colpensiones peor que cuando las jubilaciones las pagaba el ISS.
No contento con eso, la Policía Nacional, con el visto bueno del ministro, retiró los policías que prestaban por contrato el servicio de vigilancia en los aeropuertos del oriente del país de Bucaramanga a Santa Marta.
Y, creyéndonos bolas de navidad para colgar del árbol, nos anuncia que reversaremos a tiempos de upa y volveremos a los mataderos municipales sin higiene y abastecidos por los abigeos. Es un gobierno vengativo que quiere llevar al país en reversa.
Va con todo contra todos los dueños, ya sea de los Fondos de Pensiones, de los frigoríficos, de las EPS y de las clínicas o de lo que sea. Pero sobre todo va contra los ciudadanos dueños de cualquier cosa, que vivíamos tan sabroso hasta que él llegó de presidente y, cagados de miedo, nos estamos dejando castrar parados.
*Crónica # 541 de Gardeazábal. https://www.spreaker.com/episode/51963972. El Porce, lunes 21 de noviembre del 2022.