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El aborto, ahora es un método anticonceptivo en Colombia

Santiago Valencia   

"En septiembre del 2017 recibí la mejor noticia de mi vida. Mi esposa Sandra tenía en su vientre al que se convertiría en uno de mis mejores proyectos".

En septiembre del 2017 recibí la mejor noticia de mi vida. Mi esposa Sandra tenía en su vientre al que se convertiría en uno de mis mejores proyectos.  La noticia me estremeció tanto, que no pude contener las lagrimas. Mi Benjamín, tan sólo con 9 semanas de gestación, me hacía pensar en lo majestuoso de la creación, porque ya su corazón latía fuerte  y no había nada en el mundo, más maravilloso que escucharlo vivo.

Mi esposa no me contó del embarazo de inmediato, a pesar de que lo supo desde las 4 semanas. Las probabilidades de tener una aborto son muy altas. Según ginecólogos, La pérdida  puede presentarse en hasta uno de cada cuatro embarazos. La mayoría de ellas, durante el primer trimestre. A Sandra le daba miedo contarme y que yo entristeciera si algo llegara a pasar.

Tuvimos la fortuna de ver crecer, semana a semana, a un ser excepcional.  A las 24 semanas, es decir a los 6 meses, mi niño medía más de 20 centímetros y pesaba unos 700 gramos. Estábamos ansiosos de conocerlo, pero en ese momento, sabíamos que faltaba poco para nacer, pues había transcurrido más de la mitad del embarazo. El 66% para ser exacto.

La historia se repitió con Eloisa, que también se robó mi corazón, desde el día 1 que me enteré de su existencia. Me acuerdo de esos momentos y es imposible no relacionarlo con la nefasta decisión que tomó la Corte Constitucional al permitir la despenalización del aborto hasta, precisamente, la semana 24. Esa en la que los bebés tienen todo formado y solo necesitan perfeccionar y madurar algunos órganos, en la que ya abren y cierran los ojos e incluso algunos, ya tienen pestañas y cejas formadas.

No me cabe la menor duda de que un bebé, en dichas condiciones, ya siente absolutamente todo lo que sucede en su entorno. Al punto que es capaz de sobrevivir fuera del útero, de llegarse a presentar un parto anticipado.

La Corte desconoció el sentir y el clamor de la ciudadanía en Colombia y se convirtió en cómplice de los asesinatos que, en adelante, se cometerán bajo esa premisa detestable de autonomía absoluta en el cuerpo de las mujeres, pero ¿dónde queda el derecho a la vida? No es necesario esperar a que un ser inocente, que no pidió venir al mundo, crezca en tal dimensión, para luego masacrarlo y creer que todo está bien, por que 5 magistrados dijeron que si se podía abortar en Colombia.

Una Corte arbitraria, que además pasó por alto al Congreso para legislar en este tema y decidió hacerlo vía sentencia. Ya era suficiente con las 3 excepciones establecidas en la ley desde el año 2006, que abarca la afectación a la salud o la vida de la mujer, en casos de violación e incesto o si el feto tiene malformaciones. Pero no, aquí se tenía que dar potestad para que mataran a bebés a diestra y siniestra.

Según datos del Instituto Guttmacher, en el país se realizan cerca de 400 mil abortos clandestinos al año y  menos del 10% se practican de manera legal. Estas cifras ahora pasaran a la legalidad y lo más probable, es que se dupliquen.

Me opongo a que se juegue con la vida de una manera tan desenfrenada y despreciable. Muchos celebran el  supuesto día histórico que se vivió en Colombia, pero lo cierto es que Colombia hizo historia al celebrar la muerte. Siento tristeza por todos aquellos niños que hoy se encuentran en el vientre de sus madres y no conocerán su entorno. Confío en que todas aquellas madres que quieran acabar con la vida de sus hijos, se concienticen antes de matarlos, y se pregunten una y otra vez, si vale la pena convertir el aborto, en un método anticonceptivo.

Los comentarios, textos, investigaciones, reportajes, escritos y demás productos de los columnistas y colaboradores de Kienyke.com, no comprometen ni vinculan bajo ninguna responsabilidad a la sociedad comercial controlante del medio de comunicación, toda vez que en el libre desarrollo de su profesión, pueden tener opiniones que no necesariamente están acorde a la política y posición del portal.

https://www.kienyke.com/, Bogotá, 22 de febrero de 2022.

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