Kast partía en clara desventaja frente a Boric y el candidato oficialista del centro-derecha, Sebastián Sichel, y con la merma de ser ridiculizado como el Trump o el Bolsonaro chileno. Pero nada más lejos de la realidad. Hace apenas una semana, Kast se apuntalaba en segundo lugar en las encuestas, lideradas por entonces por Boric.
El desplome de Sichel, quien caía hasta el cuarto puesto por detrás de la demócrata cristiana Yasna Provoste, tiene mucho que ver con eso. Pero es que Kast se situaba a solo dos puntos de Boric. Sin embargo, el último debate entre los presidenciables ha terminado por situar al candidato de la derecha como el favorito para suceder a Sebastián Piñera.
Según la última encuesta, si la primera vuelta de las elecciones del próximo día 21 de noviembre se celebraran hoy, Kast se haría con el triunfo y tendría serias posibilidades de hacerse con el poder en la segunda ronda del 19 de diciembre, ya que parece poco probable que ningún candidato se haga con el 40 % de los votos. A no ser que Sichel renuncie y apoye directamente a Kast, algo para nada descartable tras los serios problemas del candidato oficialista.
Y es que la campaña de Sichel se ha visto enfangada por la renuncia de su coordinador de la campaña tras un reportaje televisivo que le implicaba, junto a su jefe, en un caso de presunta financiación irregular que habría tenido lugar en 2009. Según la revelación periodística, emitida por Chilevisión y CNN Chile, Sichel, presuntamente, financió parte de su primera campaña a diputado en 2009 con aportes de empresas pesqueras, constituyendo la mayor parte de estos fondos documentos tributarios irregulares por supuestos servicios. Sichel buscaba entonces un escaño en la Cámara de Diputados como integrante de la Democracia Cristiana (centroizquierda), sin lograr su objetivo. Por si fuera poco, también se ha visto salpicado por las revelaciones de los papeles de Pandora sobre preguntas irregularidades del mandatario en la venta de unas acciones en 2010.
Al margen de todo, Kast ha ido adelantando a todos su contrincantes gracias a un programa económico serio y, sobre todo, congruente. Para empezar, apuesta por deshacerse de todas las empresas públicas que resulten un lastre para los contribuyentes. Y es que Kast apuesta por menos Estado con un presupuesto sin gastos superfluos, con estabilidad presupuestaria y reducción de la deuda y por una liberalización de la economía fundamentada en que se supriman dos regulaciones por cada una que se apruebe. También se compromete a rebajar el impuesto de Sociedades al 17 % y dejarlo en el 0 % para las pequeñas y medianas empresas.
Al margen de planteamientos populistas, entre ellas “quitar las rejas de las casas de los chilenos para construir más cárceles”, Kast quiere acelerar la liberalización de la economía más próspera de Suramérica. Veremos si la extrema izquierda, empeñada en prender fuego a todo, le deja
https://www.elcolombiano.com/, Medellín 19 de octubre de 2021.