Columnistas Nacionales
Eduardo Mackenzie
Ante la elección presidencial en Chile del domingo pasado mi primera observación --el análisis propiamente dicho de ese evento lo harán más tarde cientos de observadores de todas las tendencias— tiene que ver con las cifras más básicas de ese escrutinio y lo que éstas revelan.
Juan David Escobar Valencia
He lamentado no haber sido también economista, aunque si serlo implica tener la “sabiduría” económica de Petro, que, parece, obtuvo su título en una “cajita feliz” de hamburguesa, prefiero quedarme con lo aprendido en pregrado y posgrado. Por mis carencias en el tema, intento leer y aprender de los que sí saben, aceptando que, por la cantidad de factores que estudia y la compleja interdependencia entre ellos, la economía se parece mucho a la meteorología.
Ariel Peña
Se dice que no hay peor ciego que el que no quiere ver o peor sordo que no quiere oír; esto lo decimos por el ímpetu electoral para el 2022 que tiene el candidato marxista Gustavo Petro, que habilidosamente no menciona el desastre al cual han llevado a Venezuela sus correligionarios del chavismo, como si la crisis humanitaria que viven los ciudadanos de la hermana república no existiera y, esa situación en Colombia se extiende a los seguidores del Pacto Histórico, que ven a los venezolanos pidiendo limosna y todavía no la creen.
Álvaro Uribe Vélez*
Mi familia sufrió en el campo la violencia política, pero ese dolor no me ha desprendido de allí. Siento miedo como colombiano y trabajador del agro.
José Obdulio Gaviria
Hoy, por extrañas circunstancias, soy senador. Pero bien podría ser ahora mismo un periodista de opinión, un profesor de historia de las ideas políticas o un analista, funciones en donde creo ser más diestro. Escribo pues en mi doble condición de senador y de analista político.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Bien saben mis pacientes lectores, soy amigo de la crítica constructiva y propositiva y no del halago obsecuente, así como enemigo de la intriga destructiva, la que repudio y condeno; pero ante la gestión desplegada por el presidente Iván Duque en medio de la más grave contingencia sanitaria que probablemente haya padecido la humanidad, sumada a los desmanes promovidos por la mal llamada Colombia Humana, es deber reconocer su paciente, valiente y decidida gestión, hoy afincada en logros, realizaciones y comprobados indicadores.