Jesús Vallejo Mejía
Jesús Vallejo Mejía
No me refiero a la preciosa cumbia de José Barros que lleva este título y popularizó, entre otros, Carlos Julio Ramírez (vid. NAVIDAD NEGRA - Folclor - LETRAS.COM; Navidad Negra - Carlos Julio Ramírez | Música Colombiana - YouTube).
Jesús Vallejo Mejía
El honor es el leitmotiv de la carrera de las armas. La disciplina, los sacrificios, los denodados esfuerzos que impone se justifican para quienes la abrazan en razón del honor que enaltece sus vidas.
Jesús Vallejo Mejía
Con el libro que lleva este título los herederos de René Uribe Ferrer (Medellín, 1918-1984) completan la edición de casi toda la obra de tan admirable humanista católico que descolló por sus significativos aportes a la cultura antioqueña.
Jesús Vallejo Mejía
Después de la descarada escapadita a Hawái, acerca de la cual obra un elocuente registro gráfico que circula en las redes sociales, el que nos desgobierna ha regresado para afrontar el golpe que la ciudadanía acaba de propinarle en las elecciones regionales y locales del pasado domingo.
Jesús Vallejo Mejía
El próximo domingo habrá elecciones regionales y locales.
Eduardo Mackenzie*
Colombia debe cargar ahora, gracias al presidente Gustavo Petro, con la ignominia de ser, después de la Venezuela de Hugo Chávez en 2009, el primer país no musulmán que expulsa a un embajador de Israel.
Jesús Vallejo Mejía
Simon Leys es el seudónimo de Pierre Rickmans, un sinólogo belga que hace algo más de medio siglo dio a conocer en Occidente los desvaríos de la Revolución Cultural que había emprendido Mao en China. Sus denuncias le valieron los improperios de los maoístas que, encabezados por Sartre, entonaban loas a lo que estaba haciendo el Gran Timonel en su país. Pero, según Leys, a quien el tiempo le dio toda la razón, China estaba en medio de un calamitoso desastre de enorme envergadura. (Vid. Les Habits neufs du président Mao de Simon Leys | Résumé sur Dygest)
Jesús Vallejo Mejía
Es célebre la observación de Montesquieu acerca de que todos los que ejercen el poder tienden a abusar de él, por lo que es indispensable someterlos a frenos y contrapesas que los limiten a través de poderes compensatorios.