El viceministro Mauricio Jaramillo Jassir --quien considera que la masacre antisemita del 7 de octubre de 2023 en Israel (1.290 muertos, 334 mujeres y 956 hombres, entre ellos 7 niños de 2 y 9 años y un bebé de 10 meses, Mila Cohen del kibutz Beeri), fue una “primavera palestina que la humanidad debe apoyar”--, participó este 27 de febrero en un diálogo por internet con la oficina de la comisión de derechos humanos de la ONU.
La mano derecha de la nueva canciller, Laura Sarabia, mostró allí cuáles son sus conocimientos sobre el Medio Oriente y su patética idea sobre los derechos humanos.
En la reunión digital, Jaramillo se cuidó de pronunciar la menor palabra de piedad por las víctimas del terrible pogrom (la mayor matanza de judíos desde el fin de la dictadura de Hitler en Alemania) y no se atrevió siquiera a denunciar la atrocidad que el mundo había conocido el pasado 21 de febrero: los monstruos de Hamás habían estrangulado “a sangre fría y manos desnudas” a los dos niños israelíes, Ariel et Kfir, y a su mamá, Shiri, en noviembre de 2023. Enseguida, los verdugos islamistas “cometieron actos horribles para encubrir estas atrocidades”, reveló el contralmirante Daniel Hagari, vocero del ejército en una declaración televisada. Esos detalles macabros habían sido corroborados por los médicos que hicieron las autopsias, el pasado 20 de febrero, tras la entrega a Israel de esos cuerpos.
El pogrom del 7 de octubre de 2023 fue respondido por Israel con su ofensiva en Gaza desde entonces.
Kfir Bibas tenía ocho meses y medio, Ariel Bibas tenía 4 años. Ellos y su madre Shiri Bibas, 35 años, fueron secuestrados del Kibbutz Nir Oz el 7 de octubre, durante el ataque de Hamás. Yarden Bibas, el padre de los bebés, también fue secuestrado y separado del resto de la familia durante su detención y dejado en libertad el pasado 1 de febrero como parte del acuerdo de cese al fuego entre Israel y Hamás. La familia Bibas es israelí con raíces argentinas y peruanas. El padre de Shiri, José Luis Silberman, otro de los asesinados por Hamás el 7 de octubre, era argentino.
Para ocultar las atrocidades que los terroristas habían cometido con Shiri, Hamás entregó un cadáver que no era de ella. Ante la ola de indignación mundial creada por la revelación sobre la muerte de la familia Bibas y la manipulación de cadáveres de los rehenes, Hamás entregó finalmente el cuerpo de Shiri y culpó a Israel. Dijo que los tres habían muerto durante un ataque del ejército israelí en Gaza, en noviembre de 2023. La prensa israelí transmitió las palabras de Yarden Bibas, este 26 de febrero, durante el emotivo funeral de su familia destruida por Hamás. Les pidió perdón a sus hijos y a su esposa por no haberlos salvado y prometió mantener viva la memoria de ellos. En lágrimas, le dijo a Ariel: “Espero que estés disfrutando del paraíso. Estoy seguro de que estás haciendo reír a todos los ángeles con tus bromas tontas e imitaciones. Espero que haya muchas mariposas para que las observes, tal como lo hacías durante nuestros picnics”. Cuando Hamás estaba negociando con Israel la tregua de estos días, usaron el argumento de que liberarían a los niños Bibas, a sabiendas de que ellos y su mamá, estaban muertos.
El presidente Gustavo Petro que utiliza cada día la palabra “niños” como arma para mostrar a Israel como un país “nazi” y desinformar sobre lo que ocurre en la franja de Gaza, es de los que no han querido condenar la masacre del 7 de octubre, ni sobre el asesinato de rehenes que Hamás capturó ese día.
En consonancia, Jaramillo Jassir silenció esas atrocidades en su diálogo en pantalla con la ONU. “Denunciamos en los términos más enérgicos la tragedia humanitaria que se vive en Gaza y las sistemáticas violaciones a los derechos humanos del territorio palestino”, lanzó el viceministro. Para él sólo cuentan los sufrimientos los palestinos. Aunque dijo que condena “el asesinato de ciudadanos israelíes”, su objetivo es unilateral: “que se ponga fin a la ocupación de los territorios palestinos y se detengan las acciones” defensivas de Israel.
En 2005, el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, ordenó, de manera unilateral, la completa retirada israelí de la Franja de Gaza. Ello fue aprovechado por Irán para apoderarse a través de Hamás de ese territorio y lanzar desde allí sus ofensivas terroristas contra Israel. La postura de Hamás es paralizar y destruir a Israel, borrarlo del mapa y exterminar a su población. Lo dice la declaración de fundación de Hamás de 1988.
Colombia jamás adoptó en su historia tales derroteros, ni en derechos humanos ni en el terreno diplomático. El viceministro de Relaciones Exteriores es una vergüenza para Colombia. No nos representa. Debería renunciar a su cargo.