Una cosecha de café aproximadamente de 13 millones de sacos, de buena calidad, las lluvias y el sol fueron pródigos. El precio internacional alrededor de 3 dólares la libra y la carga a más de 2 millones de pesos. Dinero que irradia toda la economía.
Las remesas de quienes viven en el exterior pueden alcanzar, e incluso superar, los 12 mil millones de dólares.
Los intereses ya están a la baja, la inflación también. Por fuera del país la caída ha sido grande en el precio de electrodomésticos, televisores y teléfonos celulares. Esto, parcialmente, ha compensado la devaluación de nuestro peso.
Las ventas de motos superarán las 800 mil unidades.
La onza troy de oro a más de 2700 dólares. Precio récord. Nuestra producción oscila entre 30 y 50 toneladas al año. Infortunadamente el 60% o más puede ser de minería ilegal.
Esta minería ilegal como el narcotráfico, que supera las 250 mil hectáreas, además de ser sustentadores de violencia crean otra economía.
De otro lado, la economía real es dolorosa. La violencia, los impuestos, las reformas, el gasto público y las amenazas han contribuido a reducir la inversión al 17% cuando debería estar entre el 28% y el 32% del PIB. Preocupa la Inversión Extranjera Directa con una caída continua, superior al 12%. También debe mirarse con cuidado la disminución de la Formación Bruta de Capital y la dinámica de cierres y de insolvencia de empresas.
Grave y dolorosa la salida sin tiquete de retorno de jóvenes preparados. Ya catalogan a Colombia como el segundo país con alto número de ciudadanos que buscan asilo por fuera. Gana Venezuela, pero detrás de Colombia están Afganistán y Siria.
Las bonanzas ayudan en el momento, pero la economía real, la confianza de inversión privada, es lo único que sirve en el transcurso del tiempo.
* Publicado en su cuenta de X (@AlvaroUribeVel) en diciembre 8 de 2024.