Y requiere del caos como atmósfera que desarma al rival, que lo desorienta, lo divide, lo distrae, lo engaña, le hace creer que lo que están haciendo no es una revolución sino unas reformas. Ellos abrirán las puertas a procesos y medidas disolventes del orden, magnificarán los lunares de la sociedad, usarán un lenguaje profético, tomarán medidas para ayudar a los más vulnerables sin crear riqueza, agitarán el odio de clase contra empresarios y los ricos, negarán que son comunistas, debilitarán el ejército republicano, montarán un gigantesco aparato de propaganda capaz de hacer ver el sol en las noches, etc., etc.
Emergerán como salvadores de la humanidad y del país y justificarán todos sus estropicios y corrupción en el nombre de la revolución.” (Julio 8)
“Si Petro supiera algo de historia económica y social dejaría de escupir tanto odio hacia empresarios y emprendedores. Por ejemplo, que personas visionarias crearon, como de la nada, las primeras empresas industriales de Colombia en Barranquilla, Bogotá y sobre todo en Medellín, a comienzos del siglo XX. Coltejer, Pilsen, Fabricato, siderúrgicas, Postobón, Bavaria, etc., etc. Las crearon seres humanos líderes en la producción y comercialización del café, el algodón, la cebada, el agua, el oro, sin mayor experiencia técnica. Toda una aventura en un país cuya única vía nacional era el río Magdalena, mucha maquinaria rodó por abismo en caminos casi intransitables hasta para las mulas. ¿Cuántos de esos emprendedores no fracasaron o se arruinaron?
Y, de otra parte, cuántos miles de hombres y mujeres se iniciaron en la vida fabril como obreros que recibían un salario regular.
Toda esa vibrante y valerosa historia es despreciada por los comunistas y por la persona que destruye el país afirmando su enorme mentira de que aquí no se ha hecho nada que valga la pena.” (Julio 7)
* Textos publicados en su cuenta de X (@darioacevedoc) en julio de 2024.