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¡“Rastrera”, sí..., pero superioridad al fin y al cabo!

José Alvear Sanín                            

A partir de la Primera Guerra Mundial se ha tenido la superioridad aérea como medio fundamental para doblegar al enemigo. En la Segunda, la supremacía aérea conseguida finalmente por los aliados, fue determinante.  A partir de 1945, en todas las confrontaciones, quien domina el espacio aéreo tiene las mejores cartas.

Las guerrillas tienen más capacidad de dañar que de triunfar, porque no pueden aspirar a la superioridad aérea; a lo sumo adquieren proyectiles antiaéreos de limitado alcance, porque los aviones de combate y las flotas de helicópteros solo pueden ser adquiridos y costeados por los Estados.

La práctica eliminación de las guerrillas colombianas tuvo mucho qué ver con la supremacía aérea, que se mantuvo e incrementó a partir de los gobiernos de Andrés Pastrana y Álvaro Uribe. El posterior triunfo de las Farc no se debió a cosa distinta que la entrega del gobierno a la subversión, es decir, mediante traición a la patria.

Como la capitulación bajo Santos fue parcial, con la llegada al poder de Petro empezó un proceso bilateral de entrega: el gobierno cede y cede, y el Eln recoge. Además, esto tiene un vector militar y otro institucional. En ambos, el gobierno renuncia a continuar la guerra: en lo militar, “la paz total” implica en realidad un cese unilateral del fuego; y en lo civil, se prepara la sustitución del orden constitucional por acuerdos “vinculantes” y obligatorios para transferir el poder del gobierno a la guerrilla.

Llegamos así al tema del dominio del espacio aéreo. En primer lugar, no se reemplazan los obsoletos caza-bombarderos Kfir, y los pocos que quedan, ni son operacionales ni repotenciables. Y privados de mantenimiento, los helicópteros que no se han caído, ya no pueden volar, a menos que sigan condenando a muerte a sus tripulaciones.

He aquí otro capítulo de traición a la patria. Con toda la aviación inoperante y en tierra, las guerrillas y los narcos son dueñas del aire, porque ya no hay ni reconocimiento, ni interdicción ni bombardeo.

Sobre nuestro espacio aéreo ya no se ejerce soberanía. Entonces aparece una superioridad aérea “rastrera”, es decir la que ejercen desde tierra las guerrillas, con proyectiles antiaéreos de 1800 m de alcance y con la utilización de drones civiles, adaptados para porte y descarga de explosivos por parte de los intuitivos “ingenieros” de la subversión.

Hasta donde se sabe, las guerrillas ya tienen algunos proyectiles modernos de cercano alcance, pero aún no tienen costosos y eficaces drones militares (UCAV= Unmaned Combat Aerial Vehicles).

Mientras no dispongan de UCAV, su superioridad aérea es rastrera y de corte amateur, pero terrible, porque la defensa aérea ha sido desmantelada por el gobierno.

Como la producción de drones militares está muy demandada por las guerras en Gaza y Ucrania, las guerrillas colombianas permanecen en la lista de espera de los fabricantes iranios, rusos y norcoreanos... ¡Pero ya les llegarán!

Sospecho que el status quo aéreo continuará favoreciendo a las guerrillas, porque el gobierno no tiene afán de contratar el overhaul de los helicópteros (que tardaría meses), ni para adquirir cazabombarderos, sea en Francia, USA o Suecia (con entrega entre 20 y 30 meses).

Entretanto avanza rauda la “negociación” con el Eln, como indica el éxito de la guerrilla en la ronda que acaba de pasar en Caracas, para apoyar el proceso constituyente de Petro, patrocinado por  Eln, Farc, Pacto Histórico y todos los idiotas útiles y los compañeros de ruta que infestan el país                                                                       ***

En vez del coloquial dron (de drone: zángano, cucarrón), debemos distinguir entre RPA (Remotely Piloted Aircraft), UNV (Unmaned Aerial Vehicle) y UCAV (Unmaned Combat Aerial Vehicle).

En cuanto a los drones civiles, útiles en docenas de actividades, los hay desde $158.000= hasta $5´000.000=, de tal manera que las guerrillas pueden seguir convirtiéndolos en instrumentos para causar daño y muertes en blancos a corta distancia.

¿Cuándo les llegarán los costosos drones militares para aterrorizar las ciudades y amenazar la infraestructura con su impresionante capacidad explosiva, mientras se les sigue facilitando el predominio aéreo?

Publicado en Columnistas Nacionales

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