Se trata de que los padres de familia pobres y vulnerables puedan escoger entre el colegio público y un colegio privado para sus hijos pagado por el Estado. Los resultados de esta medida serán sumamente positivos, como lo demostró PACES que se creó en 1990 para estudiantes de colegio de estrato 1 y 2. El bono equivalía a 244 dólares por estudiante renovados cada año sujeto a si el estudiante pasaba de grado. El programa tuvo más de 125 mil beneficiarios. El premio nobel de economía, Michael Kremer analizó los resultados. Los beneficiarios del bono tuvieron un 16% más de probabilidad de terminar la escuela secundaria y hubo un aumento en un 16% de las matrículas de educación superior. También los estudiantes beneficiarios tuvieron un aumento de 8% en los ingresos formales y tuvieron un 6% menos de probabilidad de ser incluidos en el SISBEN de estrato 1 y 2 porque transitaron a estratos más altos.
Otros estudios como los de los profesores de Cambridge Joshua Angrist y Eric Bettinger encontraron que el programa PACES aumentó las tasas de finalización de la escuela secundaria entre un 15% y 20%.
Colombia también ha usado el bono escolar para la educación Superior con “Ser Pilo Paga”. Más de 40 mil estudiantes se beneficiaron con el programa. Para ser beneficiario, los estudiantes debían tener un resultado alto en las pruebas ICFES y contar con un puntaje SISBEN bajo. El estudiante beneficiario elegía la universidad que deseaba, en el departamento que eligiera. El Estado le pagaba los costos de matrícula y sostenimiento. Los resultados fueron sobresalientes. Juliana Londoño junto con otros académicos evidenció que los estudiantes elegibles para el programa de “Ser Pilo Paga” tienen una probabilidad mayor de 16% de obtener un título profesional. Este resultado tiene una concentración en universidades de alta calidad y en programas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Londoño también demostró que los estudiantes beneficiados tuvieron un aumento de 14,9 puntos porcentuales en sus salarios, un aumento de más del 20% en comparación con quienes no eran elegibles para el programa. Incluso los resultados académicos fueron mejores en los estudiantes beneficiarios demostrado con sus pruebas Saber Pro. El artículo concluye que los beneficios del programa son mayores que los costos: cada peso gastado por el Estado en “Ser Pilo Paga” genera más de $4,80 de beneficios privados.
5,9 millones de niños en pobreza extrema, moderada y en condición de vulnerabilidad podrán ser beneficiarios de mi proyecto de “Bono Escolar”. Los padres podrán elegir el que consideran el mejor colegio para sus hijos. Lo que debe ser público es el acceso a la educación, no el edificio. Esto no implica dañar la educación pública, pero sí superar una de las inequidades más grandes que tenemos en la educación. Generar iguales oportunidades empieza por defender el derecho de todos de acceder y escoger la mejor educación disponible.
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