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Hernán González Rodríguez

La amistad entre Albert Einstein y Robert Oppenheimer fue una relación compleja y fascinante. Ambos fueron dos de los físicos más importantes del Siglo Veinte. Einstein es el padre de la Teoría de la Relatividad. Oppenheimer es el padre de la Bomba Atómica. Tenían visiones diferentes sobre la ciencia y la política. Convivieron en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.

Einstein nación en 1879 en Alemania, hijo de una pareja de judíos de clase media. Einstein tuvo una infancia tranquila, aunque fue un niño tardío para hablar y leer.  Le agradaban los juguetes mecánicos y tocar violín. Una prueba adicional de la música como herramienta del desarrollo del cerebro de los niños.  A los cinco años su padre le regaló una brújula y él quedó fascinado por el hecho de que la aguja apuntara siempre hacia el norte, sin importar como se moviera el instrumento. Se preguntó, en consecuencia, que fuerza invisible hacía eso y se propuso averiguarlo.

A los quince años abandonó la escuela que poco le agradaba y se presentó a estudiar física en la Escuela Politécnica Federal de Zurich (EPFZ), mas no logró pasar el examen de admisión y tuvo que matricularse en una escuela secundaria en Aarau, Suiza, donde finalmente obtuvo su diploma. En 1986 logró ingresar a estudiar la EPFZ y tuvo como profesor al matemático Hermann Minkowski, quien más tarde le desarrollaría el formalismo matemático de su Teoría de la Relatividad.

En 1902 consiguió Einstein un empleo como examinador de patentes en la Oficina de Propiedad Intelectual en Berna, Suiza. Revisaba allí inventos relacionados con la electricidad y el magnetismo. Este trabajo le permitía disponer de mucho tiempo libre para dedicarse a las investigaciones que desembocaron en su Teoría de la Relatividad.

Einstein nunca participó en el Proyecto Manhattan que lideró Oppenheimer para crear la Bomba Atómica. Sin embargo, en 1939 sí firmó una carta alertando al presidente Roosevelt sobre la posibilidad de que Alemania desarrollara un arma nuclear. Poco después se arrepintió Einstein de haberla firmado y se opuso al uso de la bomba atómica.

Oppenheimer nación en Nueva York en 1904 en el seno de una familia de inmigrantes judíos alemanes. Se graduó en solo tres años en la Universidad de Harvard con honores. Luego viajó a Europa donde estudió física teórica con científicos de la talla de Ernest Rutherford y Max Born. Se doctoró en la Universidad de Gotingen a los 23 años.  Regresó a Estados Unidos donde fue profesor de física en las universidades de Berkeley y en el Instituto Tecnológico de California.

En 1941, tras el ataque japonés a Perl Harbor que llevó a los Estados Unidos a entrar en la Segunda Guerra Mundial, fue reclutado Oppenheimer para participar en el Proyecto Manhattan, programa secreto para construir un arma atómica antes que los nazis. Fue el director científico del Laboratorio de los Álamos en Nuevo México, donde se crearon dos bombas una basada en Uranio-235 y otra en Plutonio-239.

Tras el final de la guerra, abogó Oppenheimer por el control internacional de las armas nucleares y se opuso a la poderosísima bomba de hidrogeno a base de fusión nuclear. Las atómicas eran a base de fisión nuclear. Sin embargo, sus opiniones pacifistas y sus antiguos vínculos con grupos comunistas le granjearon numerosos enemigos políticos que lo llevaron a que en 1954 la Comisión de Energía Atómica le retirara su credencial de seguridad y lo inhabilitara para trabajar en proyectos nucleares. La comunidad científica y Einstein protestaron por la persecución política contra Oppenheimer. Murió en 1967, siendo todavía director del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.

Recuerdo haber leído hace algunos años que Oppenheimer decía que siempre que él le planteaba un problema por vez primera a Einstein, jamás lo entendía. A los ocho días volvía y lo planteaba y Einstein medio comenzaba a comprender el problema.  A la tercera o cuarta vez ya lo comprendía perfectamente.   Y a los seis o más meses, resultaba Einstein con una solución genial, inesperada.  La explicación de Oppenheimer radicaba en la mente lenta, pero profunda de su amigo. 

Aciertan las pruebas de inteligencia realizadas en los colegios a los niños, con el fin de identificar las mentes ágiles, sobresalientes. Pero fracasan para señalar las mentes de los niños tipo Albert Einstein.

 
Publicado en Columnistas Nacionales

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