Los jefes de la U, el partido conservador y el liberal que habían respaldado al Herodes criollo se dieron cuenta de que la mermelada repartida no era gratis, estaba condicionada a la aprobación de los proyectos del gobierno a pupitrazo limpio y sin chistar. Al proponer modificaciones a las propuestas por el “cambio” Petro envió a su ministro de la diabetes a negociar directamente con los judas agazapados de los partidos, para ellos, llenar sus bolsillos está por encima del bienestar de la patria. En cambio, a los parlamentarios del Pacto Histórico no los critico, están en lo suyo, imponer la ideología marxista-leninista en nuestro país como lo establecen los sumos sacerdotes del Foro de Sao Paulo.
No soy experto en cuentas políticas e ignoro si los votos de los voltearepas serán suficientes para el gobierno sacar adelante sus estropicios. Obviamente, si ocurre lo contrario, recurrirá a lo que sea necesario para lograrlo como lo hace con la Reforma Política enterrada en el congreso, ahora trata de revivirla a través de una tutela en lo que Petro es versado, lo demostró para restituirse en la alcaldía de Bogotá de la que había sido destituido y, de no lograrlo, recurrirá a todas las formas de lucha, incluyendo movilizaciones, las que en el pasado practicó con lujo de detalles. Algo parecido se empleará con la pensional, salud, laboral, electoral y el rosario completo, que está, o llegará al Congreso, para su “análisis y estudio”.
Petro no la tiene clara, su popularidad va en caída libre, hasta los muertos que votaron por él están arrepentidos; los empresarios están despertando; los grupos en defensa de la democracia crecen día a día; los pobres, ante la inflación creciente y la carestía están dejando de creerle; los conductores están confundidos con el alza de los combustibles; los viajeros varados en los aeropuertos, los aviones en tierra y los pasajes caros no se la perdonan; la escasez de medicamentos le pasan factura; la inseguridad, bloqueos, acuartelamiento del ejército y la policía y el tratamiento con guante de seda a los delincuentes, abate la creencia en la paz total; la tolerancia a la coca y la minería ilegal atemorizan; la indiferencia con los soldados masacrados disgusta; los “cercos humanitarios” escandalizan; los trinos, la salvación del paneta, los galimatías e ineptitud de algunos altos funcionarios le hacen mella y, Francia, la “de malas”, con su odio y convertida en nueva rica, le hace enorme daño.
Este país es decente y la anestesia está desapareciendo. ¡Esperamos que despierte!
El Rincón de Dios
“Cuando ya no puedas más, es el turno de Dios. Ten fe para ver lo invisible y confiar en lo imposible que se hará realidad.”
A mis lectores Feliz Pascua de Resurrección