He vivido de cerca los palos en la rueda que la Registraduría y el Consejo Electoral han atravesado a la revocatoria del peor alcalde que ha tenido Medellín en su historia, fiel interlocutor entre César Gaviria y Petro, por lo que no causa sorpresa este “error”, como tampoco las misteriosas reuniones del iluminado en España con el Indra, suministrador del software “seguro” ¿y el que utilizó Petro? para dar los resultados electorales que, en estas elecciones, fueron paralelos ¿alguna duda?
Volviendo al refrán de que conociendo el desayuno se sabrá como será el almuerzo, hay que pensar en la estrategia de vigilancia de las elecciones presidenciales porque al señor de las bolsas le ingresarían treinta mil millones por reposición de votos, más los dineros que, se sospecha, vienen de otras procedencias misteriosas dándole una ventaja financiera abismal sobre cualquier candidato de no dudosa ortografía.
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En una entrevista se criticó la reunión del delegado de Biden con Maduro en razón a la oferta de su gobierno de quince millones de dólares por la entrega del dictador y, ahora, ante el problema energético desatado por la guerra, negocia con él. El entrevistado, contestó una perogrullada: “el problema no es de ética o conveniencia, es de intereses”. Así está agazapado César Gaviria, a quien solo le interesa burocracia y billete, que con Duque no tuvo, para ver quién ofrece más, salvar la democracia no le interesa, solo sus propios intereses.
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La entrevista a los candidatos presidenciales de El Colombiano fue similar a las películas malas, uno de tonto espera a ver si se componen.
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Si queremos ganar las elecciones con Fico, que es el puntero indiscutible, será necesario un acto patriótico como el de Oscar Iván Zuluaga o un apoyo firme de los demás aspirantes para lograr una diferencia apreciable en votos, de lo contrario, se armaría una guerra alegando fraude, lo que acaba de suceder con los votos aparecidos, es un llamado.
El Rincón de Dios
“Vale más la humildad de emprender grandes tareas con peligro de fracasar, que el orgullo de querer tener éxito achicándose” San Alberto Hurtado