A continuación, reproduzco algunos párrafos del artículo citado, acompañados de comentarios de un ciudadano atemorizado por la que sería la mayor confrontación militar en el planeta Tierra después de la Segunda Guerra Mundial.
“En una medida que ha agravado las ya tensas relaciones entre Washington y el Kremlin, ha movilizado Rusia más de 100.000 soldados cerca de su frontera con Ucrania. Información de inteligencia de Estados Unidos ha revelado que Rusia tiene un plan de guerra con una fuerza de invasión de 175.000 soldados, frente a los cuales, el ejército de Ucrania, a pesar del equipo y del entrenamiento proporcionado por los Estados Unidos, “tendría poca capacidad para detener a los rusos”.
Para justificar su plan, “Ha presentado Rusia una lista de demandas de gran alcance. Que la OTAN se comprometa a detener una mayor expansión hacia el este y a retirar sus tropas de los países miembros de la OTAN fronterizos con Rusia. Que Ucrania ponga fin a los despliegues de armamento de la OTAN. Y, finalmente, que Ucrania acepte los términos rusos para un acuerdo de posguerra en la parte oriental de su país”.
“Putin, ahora con 69 años y acercándose al ocaso de su carrera política, está decidido a pulir su legado y corregir lo que durante mucho tiempo se ha visto como la mayor catástrofe del Siglo 20: la desintegración de la Unión Soviética”.
“Pretende con tal fin afirmar el poder de Moscú sobre Ucrania, un país de 44 millones de habitantes, país que otrora formaba parte del bloque soviético y que comparte hoy una frontera de 1.800 kilómetros con Rusia”.
“Ha dejado claro Biden, a principios de diciembre, que su administración no enviará tropas a Ucrania, porque, entre otras razones, Ucrania no es miembro de la alianza OTAN, y como tal, no figura su defensa dentro de sus compromisos”.
“Funcionarios estadounidenses han insinuado “consecuencias económicas como ninguna que se haya visto antes”, tales como aislar a Rusia del sistema bancario internacional y privarla de artículos como celulares, computadoras portátiles, drogas…”
¿Qué esta en juego? se pregunta quien esto escribe. Lo primero parece ser reconstruir los lazos desgastados de Estados Unidos con sus aliados de la OTAN, la alianza “obsoleta” que calificó Trump. Lo segundo, el fortalecimiento de la propia OTAN con el fin de recuperar su peso político en los próximos años, con la meta de impedir que reconstruya Rusia su bloque soviético.
Europa perdería muchísimo más que los Estados Unidos, porque, como es bien sabido, dependen ellos de los suministros de gas rusos, y porque, además, también exportan a Rusia hoy numerosos bienes y servicios. Europa está vacunada contra las guerras, Afganistán no reveló un Estados Unidos fuerte y Putin es más peligroso que todos.