Facebook

     SiteLock

Última hora
El golpe de Estado de Petro - Miércoles, 15 Mayo 2024 02:47
Pruebas del montaje, Ecopetrol, Santos - Miércoles, 15 Mayo 2024 02:47
La guerrilla que gobierna - Miércoles, 15 Mayo 2024 02:47
Petro y el bonapartismo - Miércoles, 15 Mayo 2024 02:47

John Marulanda*      

Los errores son permanentes. Los terroristas de la primera línea, la dirección del ICBF, los aviones franceses, el anuncio a los cocaleros del Catatumbo, el arribo de armas largas desde México y Brasil y ahora el desmentido del eln al decreto presidencial del 31 de diciembre del 2022, parecen marcar un nuevo rumbo de improvisación, incertidumbre y falta de seriedad en este 2023. Algo muy parecido a la situación actual de Bolivia. Veamos.

Los departamentos de la Media Luna Oriental, Beni, Pando, Tarija y Santa Cruz, un tercio del territorio nacional, con casi casi la mitad de los habitantes del país y el origen de 70% de la producción alimentaria, están en rebeldía. La primera vez que visité Santa Cruz de la Sierra comprobé la vitalidad y exuberancia de los “Cambas”, por oposición a la falsa mansedumbre de los “Collas” andinos, etnia a la que pertenece en inca Morales.

El disparador del vandalismo en Santa Cruz y en Cochabamba, ha sido el arresto del gobernador Luis Fernando Camacho, quien logró defenestrar a Morales en noviembre del 2019, esgrimiendo una biblia y una carta de renuncia presidencial redactada por él mismo. Tuvo el apoyo militar. Como en Perú. Tres años después, el pasado 29 de diciembre, Camacho fue sentenciado por un juez de Instrucción Penal Cautelar por Rebelión I (Jeanine Añez fue condenada a 10 años por Rebelión II).

Y la motivación fue el anuncio inicial del gobierno de que el censo poblacional se haría este año, para luego decir que sería en 2023 y después posponerlo para 2024. Todo para ocultar el fraude cuando en septiembre de 2009, una delegación de jóvenes venezolanos chavistas inscribió en quince días a 1.100.000 nuevos votantes: habría más votantes que habitantes.

El ex presidente “Tuto” Quiroga dijo que el presidente Arce “se presta para lavar la cara del fraudulento que se fugó” en referencia a Morales; la diputada Ma René Álvarez, aclaró que la detención de Camacho es un atentado a la libertad y la democracia de todo el país; Rómulo Calvo, líder cruceño, le exigió al presidente que libere al gobernador para “evitar la innecesaria confrontación que su Gobierno pretende instalar”; los líderes cívicos consideraron que la detención del gobernante fue una "transgresión abusiva, ilegal y arbitraria, socialmente inaceptable y moralmente repudiable". El partido de Camacho aseveró que su detención expone al país a una “gravísima situación de violencia” con “insospechadas consecuencias” para el gobierno. “Estamos enfrentando el gravísimo peligro de convertirnos en un Estado donde prevalezca la dictadura, el abuso y la violencia con un Gobierno que busca imponerse con el terrorismo de Estado”, advirtió la agrupación política CREEMOS. ¿Suena familiar?

Según Arce, su modelo económico, “social, comunitario y productivo” es la envidia de todos los países vecinos, menos de Colombia, aunque para allá vamos. Y ni que decir de Cuba, Nicaragua, ni de Venezuela. En Colombia, pareciera estar imponiéndose una izquierda que no entiende la “nueva realidad” económica que rechaza el marxismo-leninismo fosilizado, aunque efectivo. México oficia de depositario de los líderes de la izquierda latinoamericana. Recordemos que hacia allá se dirigía el peruano Castillo hace pocas semanas y con 60 años de violencia interna y como primer país productor mundial de cocaína, el caso de Colombia es emblemático para toda la región. Farc y eln, campean impunes en territorios de minería ilegal y narcotráfico en Venezuela y en la frontera binacional. Y aunque el “protector” del Táchira ha jurado asegurar este límite, la situación tiende a agravarse.

ADENDO: cantinflescas las explicaciones del Mingobierno Prada esta mañana sobre el trino del presidente sobre el alto al fuego bilateral, desmentido por el eln.

-----------------------

Elucubraciones de fin de año

John Marulanda

Lo evidente para un “muchacho” de mi edad, es que la tecnología ha cambiado no solo el mundo en general, sino la manera en que nos comunicamos, en particular. En mi infancia había que coordinar una cita por el ya viejo teléfono de disco numerado y estar atento a la hora y el lugar, si se trataba de una llamada de larga distancia. Larga distancia que ya no existe, pues la llevamos en nuestra mano, en nuestro celular. Lo mismo sucede con las videollamadas que, en esos lejanos años de mi infancia, solo existían en el reloj de Dick Tracy, el del sombrero detectivesco.

Primero fue el Telégrafo, luego el Walkie-talkie, el Trunking y el Beeper, después llegó el teléfono inalámbrico y finalmente (aunque reconozco que me faltan datos), para finales de este 2022, las redes sociales se han convertido en las reinas de la intercomunicación personal. Facebook, Twitter, WhatsApp, Telegram, Instagram, LinkedIn, Twich, Be real y cientos de breves procesos de información instantánea y real que están dejando una marejada de jóvenes analfabetas funcionales, mediocres y sin sentido crítico, digo, aunque muy enterados de todo lo que sucede en el mundo, en su mundo. Nuevos ritmos, nuevas modas, decrecimiento en el interés sexual aparejado con porno vintage, mascotas en vez de hijos. Todo lo anterior con un Messi engrandecido, aunque firme en sus “románticas” creencias y un Qatar con serias dudas sobre la honestidad en su competencia para ser la sede del mundial de futbol. Y resulta que Ronaldo es un antisemita y que un millonario ruso murió de un ataque cardiaco mientras se lanzaba de un quinto piso en un hotel de la India.

Narro todo lo anterior para presentar el mapa de la realidad actual, signada por la crisis climática, como que el ciclón invernal azota a los Estados Unidos, el deterioro de muchas monedas locales y la superproducción de cocaína en Colombia, algo que tiene entre los palos a las autoridades venezolanas, eficientes intermediarias del ese comercio y a los norteamericanos, principales consumidores del estupefaciente.  Nihil novum sub sole.

Es decir, no mucho ha servido el avance tecnológico si aún tenemos antisemitismo, drogas, clima, corrupción y muchas otras “perversiones” humanas que nos han caracterizado desde épocas remotas. A pesar de la tecnología y de las afortunadas coincidencias físicas que plantea S. Hawking, seguimos siendo humanos, tan humanos, tan homo sapiens, como el vecino no importa en cuál entorno nos encontremos.

La rueda, el fuego, el cine, y toda una cadena de artilugios ingenieriles y etcéteras, han hecho de este un mundo más acelerado, interconectado e hiperinformado. No importa. Únicamente la creencia en un Dios sobrenatural, rector de rectores, es lo que ha guiado a esta humanidad, como un pastor que lleva a su manada por el camino ¿del castigo? o de la redención.

Desde la escasa altura de mis siete décadas, no puedo dejar pasar este fin de año, sin repensar la dinámica social que nos ha puesto en la antigualla talibán y en la realidad de Ucrania-Rusia, mientras Colombia lidera la amenaza bélica aérea regional y Venezuela usufructúa los beneficios propagandísticos de El Super Bigotes. Así terminamos el 2022 y nos abrimos a un 23 ojalá con mejores perspectivas, si el Becerro de Oro no nos envenena.

 
Publicado en Columnistas Nacionales

Compartir

Opinión

Nuestras Redes