Otras opiniones
Alberto Bernal L.*
No si es el hecho de que ya ando por los 48 años o qué diablos será, pero cada día tengo menos paciencia con la indolencia de la gente. Qué espectáculo tan grotesco el que nos dejó el Pacto Histórico este 20 de julio durante la apertura de la nueva legislatura. Un tipo llegó en tacones al hemiciclo, el otro vestido como si se fuera de rumba, a la otra le dio por llevar el perro, y al impresentable del Inti Asprilla solo le faltó llevar una cacerola para interrumpir aún más el discurso del presidente. Qué depresión ver cuánto ha caído la calidad del ejercicio político en Colombia.
Carlos A. Montaner
El experimento de Petro en Colombia saldrá, probablemente, rematadamente mal. Mario Vargas Llosa lo ha dicho con todas sus letras. Los colombianos votaron mal. También los peruanos, y los argentinos y los mexicanos. Votar por la peor opción está al alcance de cualquiera. Mario es un excelente escritor, Premio Nobel en el 2010, pero no es el Oráculo de Delfos, ni trata de parecerlo. Es, sencillamente, una persona experimentada que viene de la izquierda.
Los Irreverentes (Editorial)
La izquierda aplaudió efusivamente la designación de Iván Velásquez como próximo ministro de Defensa nacional, nombramiento que no tiene porqué extrañar a nadie y que va en la línea del discurso de choque de Petro con la Fuerza Pública colombiana.
Luis Guillermo Vélez Álvarez*
Al presidente Iván Duque le tocó bailar con la más fea y aún le falta beber el trago amargo de entregarle el mando a Petro Urrego. Probablemente, en ese momento, recordará a Rafael Caldera, entregándole el poder a Hugo Chávez, en Venezuela, y a Eduardo Frei, haciendo lo propio con Salvador Allende, en Chile; sintiendo que empiezan a perderse la libertad y la democracia y que el país se precipita en un período de caos económico y sufrimiento humano.
Nancy Patricia Gutiérrez*
El diseño de políticas de seguridad derivan de intereses nacionales consignados en la Constitución.
Juan Carlos Echeverry
Es posible que en el planeta y en Colombia, de maneras distintas, estemos dejando atrás el mejor medio siglo de la historia. Quién lo creyera. En el mundo regresaron las pandemias y las guerras frías y calientes, la inflación generalizada, y pronto lo harán las hambrunas y las crisis de deuda. La debilidad de los líderes hace pensar que los próximos 50 años no serán mejores.