Otras opiniones
Marcos Peckel
Tras un largo periplo que lo llevó al COP26 en Glasgow, París y la expo en Dubái, el presidente Duque concluyó su maratónica gira en Israel, país con el que Colombia mantiene las mejores relaciones.
Federico Gómez Lara
Acababa de empezar la pandemia. Hacía apenas unos días nos habíamos encerrado en nuestras casas obligados a adaptarnos a la “nueva normalidad”. En Colombia reinaba una suerte de pánico colectivo y todos, hasta el Gobierno, estábamos dedicados a improvisar soluciones para la crisis que de un momento a otro nos caía encima.
José Manuel Acevedo
Hay que contener el descaro con memoria y la alharaca de los victimarios con la voz de las víctimas.
Luis Fernando Cruz
Si algo demuestra el proyecto de presupuesto de Bogotá para 2022 es que a Claudia López no le importa en lo más mínimo la seguridad de la ciudad. Este sector prácticamente trabaja con las uñas y está a años luz de poder luchar contra la delincuencia que tiene capturada la capital. Festejan los ladrones, asesinos y fleteros, mientras los bogotanos quedan desamparados ante la falta de carácter de esta Administración para enfrentar con determinación al crimen.
Rafael Nieto Navia
La COP26 parece que ha logrado acuerdos tales como la reducción del uso del metano (que se utiliza como combustible en las turbinas de gas y en vehículos) en un 30% para 2030 sobre los niveles del 2020. Es el responsable del 20% de los gases de efecto invernadero. El 80% es el CO2. También más de 100 países anunciaron poner fin a la deforestación para el 2030, aunque hay que anotar que la explotación industrial de madera con resiembra no es deforestar.
Humberto Montero
El cuento comunista consiste en asaltar el poder para enrocarse en él y que los del partido mamen a su gusto de la teta del Estado para saciarse hasta el fin de los tiempos. El comunismo es hambre, corrupción, éxodo y represión. Lo hemos visto en sus diferentes variantes en la Unión Soviética y sus países satélites de media Europa. También en China, en Cuba, en Angola, en Venezuela y en la Camboya de los Jemeres Rojos, con más de dos millones de camboyanos asesinados en uno de los mayores genocidios de la historia y otros tres millones muertos por el hambre y la persecución de médicos. Cinco millones de seres humanos —hombres, mujeres y niños— exterminados en apenas dos años y medio.