Otras opiniones
El Colombiano (Editorial)
Las muertes de Santrich, Romaña y el Paisa, más allá de tener varias cosas en común que ayudarían a entender quién los mató, pasarán a la historia como el lugar común en el que terminan los violentos: abatidos en cualquier trocha sin pena ni gloria.
Camilo Guzmán S.
“Reducir el número de puestos de trabajo disponibles, al dejar fuera del mercado a los jóvenes sin experiencia, no resuelve ningún problema para estos trabajadores. Los únicos beneficiarios claros serían aquellos que adquieren esos poderes arbitrarios sobre sus semejantes, y que así pueden sentirse importantes y nobles, mientras que en realidad dejan estragos a su paso”, Thomas Sowell en su libro Economía Básica. A pesar de las buenas intenciones y del discurso llamativo de ayudar a los más pobres, el salario mínimo solo aleja a millones de colombianos a poder acceder a un empleo formal y los condena a la informalidad o al desempleo.
Alberto Velásquez Martínez
Antes del regalo del presidente estadounidense Biden a las Farc, al sacarlas de la lista de organizaciones terroristas, Juan Manuel Santos había comenzado la fiesta. Muy alegre apareció brindando cerveza con Timochenko. Un trago de guacherna impropio para un personaje criado en el Chicó y madurado en las páginas de El Tiempo. ¡Oh democracia, benditas seas!
Andrés Espinosa F.*
Al mejor estilo petrista, Xiomara Castro quiere que el Banco Central le preste recursos al Tesoro Nacional para programas de emergencia económica.
El Colombiano (Editorial)
Se está volviendo común que los presidentes se aferran al poder y no lo sueltan. Es bueno dar una revisión a lo que ocurre en el mundo cuando faltan menos de seis meses para elecciones.
José Manuel Acevedo
Un aumento del salario mínimo cercano al 10% puede acercar a empleados, empleadores y gobierno.