Otras opiniones
Andrés Espinosa F.*
El mercado anticipó su veredicto con una desconfianza abrumadora, la devaluación del peso chileno y el desplome de la Bolsa de Valores.
El Colombiano (Editorial)
A pesar de las semejanzas que algunos ven entre Colombia y Chile, luego de que Boric ganó la Presidencia, la verdad es que han sido más bien distintos: en Chile ha gobernado la izquierda —desde Allende hasta la Concertación—, y en Colombia, nunca. Al menos, por ahora.
Luís A. Colmenares
“…diciembre alegre te fuiste, diciembre alegre vendrás. Y de aguinaldo solo me diste bello diciembre un poco de cosas para recordar”. El año pasado para esta misma época me apoyé en los versos que tomé prestados de Rafael Manjarrez en “Bendito Diciembre” para desearle a mis lectores mis mejores deseos de Navidad y Año Nuevo.
Néstor H. Martínez
Estos son algunos de los regalos que han pedido los protagonistas de las campañas en curso.
Mauricio Botero C.
A mucha honra, en nada estoy de acuerdo con el narcoterrorista Iván Márquez. Pero en lo que sí estoy identificado con él es que Venezuela es un país inseguro… muy inseguro. Márquez tenía en Apure decenas de hombres para protegerlo, repartidos en dos o tres anillos, pero al ver pasar por el río Orinoco los cadáveres primero de Santrich y después del Paisa y Romaña, la cabeza de la “Nueva Marquetalia” huyó al Amazonas. Márquez, que está pagando hoy un alto precio por la ingenuidad de creer que Maduro lo podía e iba a proteger, debió razonar que era mejor ser un cobarde vivo que un terrorista muerto. “Visto lo visto, no tuve más remedio que poner los pies en polvorosa”, se le oyó exclamar.
Humberto Montero
Los colombianos están de dulce. Chile ha decidido hacerse el harakiri en plena pandemia eligiendo a un filocomunista como presidente. ¿Cómo es posible que una votación que se celebra a 6.500 kilómetros incida en su vida?, se preguntará usted con toda la razón del mundo. Es muy sencillo. Si hoy tuviera que invertir un solo peso en una economía suramericana, tenga a buen seguro que no elegiría a Chile, lo mismo que no optaría por la corrupción kirchnerista que gobierna en la sombra en Argentina. Descartado el Cono Sur, el dinero mira a destinos seguros y estables, y Colombia es uno de ellos.