Y la difundió la W Radio hace pocos días.

El propio Ministro de Hacienda Ricardo Bonilla le llevó con mucha preocupación al propio presidente Petro, la noticia de que en la Hidroeléctrica de URRA, de la que es socio el Gobierno Nacional y en cuya Junta Directiva hay un representante del ministro, se firmaron contratos de venta de energía en bloque por $ 1.4 billones, con empresas comercializadoras sin trayectoria técnica en este negocio y alguna de ellas con sede en Villapinzón.

En el informe el ministro Bonilla le informa que los precios de venta de esa energía a ese extrańo grupo de empresas son tan bajos que le significa a URRA, sacrificar $ 300.000 millones de sus utilidades (casi todas sus utilidades)

Dinero este que pasa automáticamente al bolsillo de estos avispados compradores de energía en condiciones tan dañinas para las finanzas de URRÀ.

Es un claro perfil de saqueo.

Son unas 10 empresas que se ganaron la lotería con estos negocios.

A continuación les transcribo quiénes son los socios de algunas de ellas para que se les pare el pelo:

El dueño mayoritario de Generarco es Mauricio Sanguino Cury, socio de Danilo Romero, amigo personal de Petro que lo acompañó en una crisis de salud en Italia.

Su esposa es una de las mejores amigas de Verónica Alcocer.

Y muy cercano a Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol.

Energéticos ESP, Marisol Segura Díaz, propietaria de la casa donde funciona la empresa de Julián Caicedo, pareja sentimental de Ricardo Roa, y de una hija de Santiago Vargas, financiador de la Colombia Humana.

Energía Limpia y Eficiente, su gestor de negocios ha sido el socio de Nicolás Petro, mencionado por Day Vázquez cómo aportante de dudosos recursos a la campaña de Petro.

Ahí les transcribí, la información de 3 de las 10 empresas que físicamente se están robando los recursos de URRÁ.

Pero la información completa muestra empresas sin experiencia en la comercialización de energía, que se constituyeron para un concierto para delinquir.

Comprar energía en bloque a un generador como URRÁ, a precios descaradamente bajos para revenderla a precios comerciales es sin duda un súper millonario negocio, pero soportado en un delito.

Pero para que este cohecho se materialice, tiene que correr adentro de URRÁ, y en la Junta Directiva, dinero a chorros.

Está información es pública y tiene una clara trazabilidad.

Quiere decir que todo es perfectamente investigable, verificable y es información pública.

Lo que supone que quienes se aventuraron a materializar este atraco, desde adentro y desde afuera, sabían que estaban corriendo un riesgo muy alto, de ser descubiertos.

Pero $ 300.000 millones dan para dar y convidar.

Con ese botín, se podrán pagar los mejores abogados del país, y comprar silencio, fiscales y jueces.

Esta es una de las más burdas operaciones de saqueo a los dineros públicos.

Los precios de la energía son fluctuantes, pero se mueven en unos rangos que le garantizan a las generadoras como URRÁ, tener sus utilidades.

Pero estos artistas del negociado lograron con todo un concierto de adentro y de afuera, comprar esa gruesa suma en energía en bloque, que le arrebata las utilidades correspondientes a URRÁ.

Y se las llevan los avispados y audaces compradores.

La corrupción en este gobierno es en serio.

Y ya vieron que los principales protagonistas de este. “cambio “, tienen fuertes nexos con el presidente Petro y con Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol.

¡Este cambio llegó robando en serio!

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Llego el cambio: ¡el país sin pasaportes!

Álvaro Ramírez González

La respuesta dubitativa y nerviosa de la gerente de la Imprenta Nacional, muestra a las claras que nadie en el gobierno sabe cómo resolver el problema de los pasaportes.

¡Por supuesto, ni ella misma lo sabe!

Es tan grave la situación que en un mes los colombianos nos vamos a quedar sin una entidad que fabrique los pasaportes.

¡Eso es increíble!

Todo empezó hace ya un año cuando el anciano y mañoso canciller Álvaro Leyva, resolvió desconocer “a la berraca “, una licitación por valor de $ 600 mil millones, que en franca lid, se ganó la empresa Thomas Greg & Sons de Colombia SAS, que desde hace más de 25 años es la encargada de fabricar los pasaportes colombianos.

Y jamás se ha escuchado una sola queja de su desempeño.

Leyva se empeñó en robarse descaradamente esa licitación que se ganó la firma en mención, y se atrevió a afirmar en medio de una rabieta, “que me notifiquen ese fallo en la tumba”, cuando en realidad es al Estado Colombiano a quien le tocará pagar la indemnización multimillonaria por ese descarado abuso del canciller Leyva.

Aun así, la cancillería se robó esa licitación de frente a todo el país.

Al tiempo que fue visto en Paris, el hijo de Leyva, reunido con un ejecutivo de una empresa competidora en el área de papeles de seguridad.

¿Que tenía que hacer el hijo del canciller en Paris reunido con un competidor de Thomas Greg & Sons?

Pues no hay otra explicación posible que un negociado.

Ese fue el sabor que le quedó al país.

Por el escándalo, esa opción francesa desapareció del escenario.

Aun así la cancillería le pidió a Thomas Greg & Sons, que le hicieran una “ ampliación temporal “, al contrato que tenían antes y ya se iba a vencer, para que fuera esta firma quien le suministrara los pasaportes al país, mientras se resolvía el enredo.

Esa prórroga se vence al final de Agosto, y no hay aún nadie encargado de fabricar los pasaportes colombianos.

La Imprenta nacional ha sido la entidad encargada por el presidente Petro para esta tarea.

Pero está bien claro que esa Imprenta no tiene ni la experiencia, ni los equipos, ni la tecnología, para fabricar esos pasaportes.

Avisado Petro de esa situación, andan dando tumbos, intentando buscar un “ aliado “, con experiencia y tecnología, para que en compañía de la Imprenta nacional, haga esta tarea.

Pues no ha aparecido el aliado y con los antecedentes del robo descarado que le hizo el canciller Leyva a la firma ganadora de la licitación, mucho menos.

¿Cuál es la realidad actual?

Primero, Thomas Greg & Sons, con toda la razón presentó una demanda millonaria contra el Estado colombiano que físicamente y sin justificación técnica ni jurídica , se les robó la licitación.

Esa indemnización no será inferior a los $ 150 mil millones.

Segundo. A pocos días de vencerse la prórroga con la firma actual, la cancillería no tiene ni idea de quién va a fabricar esos pasaportes.

Y la Imprenta nacional, menos.

Conclusión.

Nos quedamos sin pasaportes y con una condena en camino por no menos de $ 150 mil millones.

Gracias a la magia de ese viejo mañoso del canciller Leyva.

Ya lo retiraron del cargo y nos dejó el enredo.

Llegó el verdadero cambio:

¡Con una condena millonaria en camino y sin pasaportes!

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