“El gobierno tiene que hacer un presupuesto y si los recursos no alcanzan para su ejecución, es necesaria una nueva ley de financiación” (léase, nueva reforma tributaria).
El problema de la reforma tributaria que anuncian y le baja los impuestos a las empresas, pero naturalmente compensa con un alza muy fuerte a las personas, es que no hay quien sea capaz de pagar esa nueva cosecha de impuestos.
No habrá pues ni empresas ni personas que paguen esos nuevos impuestos.
No los van a recaudar jamás. Más bien, empresas y personas buscarán alivio acogiéndose a la ley de reestructuración administrativa y financiera (ley de quiebras) o cerrarán sus operaciones.
¿Y por qué no alcanzan ya los ingresos de la nación?
Por dos cosas elementales.
La primera, el ataque desde el gobierno y el marchitamiento de la industria petrolera y del gas, ha espantado ya muchas empresas petroleras y del gas y naturalmente los elevados ingresos por petróleo y gas han caído un 40%.
No olviden ustedes que el 40% de los ingresos de la nación antes de Petro, salían de esa industria.
Hoy por las erradas políticas gubernamentales, el petróleo, el gas y el carbón, andan en un proceso de marchitamiento.
Y ni los aguacates como lo anunció tonta y equivocadamente Petro, ni menos el turismo hacia un país bañado en sangre, van a reemplazar esa tonelada de recursos que aportaba al presupuesto nacional, la minería.
Con esa política destructiva de la minería y un país con 10 departamentos en guerra, no llegarán por ningún lado, nuevos recursos a la Nación.
Como quien dice, jodidos por el lado de los ingresos.
¿Y los gastos?
Pues es este gobierno Petro un derrochador de recursos como ningún otro gobierno antes.
Y, además, una fábrica de corrupción desbordada, sin límites y amparada en una Fiscalía de bolsillo, que se aplica a procesar los enemigos de Petro y no a perseguir a los corruptos de este gobierno.
Por todas partes derrochan y roban.
Nos vamos a quedar sin pasaportes en 60 días y al ministro Leyva no le pasó nada.
Una sanción disciplinaria y nada más.
La burocracia está disparada y despiadada
Al hijo de Petro, ya lleno de cargos y lleno de pruebas, no le va a pasar nada.
El silencio de Benedetti, le cuesta al gobierno $ 100 millones mensuales de sueldo como embajador ante la FAO, cargo tan inútil que se había suprimido hace varios años sin consecuencia alguna.
En Ecopetrol la fiesta del derroche no tiene límites
El compañero sentimental del presidente Roa, hace y deshace con millonarios recursos de la Empresa.
Y para abreviar llega el escándalo de los carrotanques de la Guajira donde Olmedo Lopez fue sorprendido robándose $ 20 mil millones
Pero ese escándalo en la UNGRD, ya creció a $ 90 mil millones vinculando a 7 Senadores de la comisión de presupuesto.
Pero todo parece indicar que el negociado completo va para los $ 700 mil millones.
A ese ritmo de saqueo vulgar y despiadado no hay plata que alcance.
¿Y cuantos billones les va Petro a regalar a los de la primera línea para que no nos maten?
Lo que tocan Petro y sus ministros lo envenenan.
Pero además el comercio lleva 17 meses seguidos con sus ventas cayendo mes a mes.
¿Ese es el progreso que pregona Petro?
Es inviable pues que una feria de derroche, corrupción y marchitamiento de los ingresos, se resuelva con una nueva reforma tributaria.
Que nadie será capaz de pagar.
Preferible irnos a la ley de quiebras.
¡O cerrar!
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