Ya pasaron 12 días desde que se conoció la noticia de un cargamento de 4,5 toneladas de cocaína incautada en España, proveniente de Colombia, y aunque las autoridades quisieron cerrar el capítulo manifestando que la droga le pertenecía al Clan del Golfo, nadie ha querido investigar toda la red empresarial que revelamos en esta columna y que está detrás de los dueños del ganado que iba en el mismo barco.
Y es que no nos podemos quedar con la idea de que la cocaína la pusieron los miembros del grupo ilegal en altamar después de que salieron las vacas del puerto de Cartagena, y que llevarla en las bodegas del pienso o comida de los animales fue solo idea de ellos.
Es urgente que la Fiscalía llegue al fondo de las empresas que exportan ganado en pie, específicamente en Frontera Vacana que es la que en este caso salió involucrada, y, por supuesto, que investigue todos sus vínculos. No es casualidad que siempre aparezcan los mismos nombres, las mismas personas y los mismos entramados en casos de narcotráfico y que lo sigan haciendo porque nunca nadie se atreve a llegar hasta las vacas sagradas.
Pues bien, mientras que alguna autoridad hace su trabajo, les podemos ir ayudando con nuevas revelaciones que siguen evidenciando muchas irregularidades e inquietudes frente a cómo se esconden los negocios ilícitos a través de la venta de carne hacía el otro lado del mundo.
En mi columna anterior les conté cómo la empresa Frontera Vacana hace parte de un grupo empresarial que se llama Netrex, que a su vez tiene asociadas a otras cinco compañías con similares características. Ese conglomerado lo encabezaba anteriormente la Agropecuaria Vía Láctea, pero extrañamente esa empresa pasó a ser también filial de Netrex, que ahora es la matriz de todas.
Aunque todas esas compañías las representa y gerencia Andrea Stella Castro Fernández y su única accionista en los papeles es María Paula Orozco, en el mundo ganadero se sabe que el verdadero dueño es el padre de la segunda, el venezolano Raúl Andrés Orozco, presidente de Agropecuaria Vía Láctea y conocido desde hace más de 20 años por sus negocios non sanctos en su país y en Colombia.
Seguimos halando la pita de este caso y ahora encontramos que otro de los hijos de Raúl Orozco, el señor Marco Orozco, que tiene doble nacionalidad (colombiana y venezolana), es el gerente general de la empresa Wagyu Prime. Una comercializadora de carne que también es del grupo empresarial Agropecuaria Vía Láctea que recordemos, sigue siendo dueña, en la sombra, de Frontera Vacana.
De hecho, así lo relata un artículo de la revista Contexto Ganadero en el que aseguran con gran orgullo que “Wagyu Prime es una compañía que hace parte de un grupo empresarial de gran trayectoria en el sector ganadero que ha dedicado grandes recursos en tiempo y dinero en la producción pecuario bovina del país: La Vía Láctea”.
Sin embargo, cuando se creó la comercializadora Wagyu Prime, en el año 2018, se hizo por medio de un gremio que se llama la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Wagyu y sus Cruces que supuestamente está avalado por Unaga. Ese gremio no fue registrado por el venezolano Raúl Orozco, sino por su ahora socio en Vía Láctea que ya les voy a contar quién es.
Antes es importante recordar que la empresa Frontera Vacana y su socia Vía Láctea fueron registradas con un capital de solo 1.000 millones de pesos. Sin embargo, esta empresa Wagyu Prime, que supuestamente hace parte de ese grupo, funciona en una inmensa hacienda llamada Quetzali, ubicada en Tabio, Cundinamarca y que, según expertos, tiene un valor que supera los miles de millones de pesos.
Esta columna indagó y descubrió que esas dos compañías mencionadas, la comercializadora de carne y la agremiación, fueron constituidas nada más y nada menos que por Carlos Gutiérrez Robayo, el empresario zipaquireño que ha sido mencionado en el escándalo de Alex Saab, que también tuvo que ver en el caso de la narcofinca de Fernando Sanclemente, que ha sido relacionado con el Memo Fantasma, con los Nule y hasta con DMG y que ahora vuelve a aparecer haciendo de las suyas en este caso de Frontera Vacana.
En el caso de Alex Saab fueron muy graves los señalamientos contra Gutiérrez Robayo ya que, según un artículo publicado por Las Dos Orillas, es el hombre que le ubicó al barranquillero sus millones en un banco en Suiza y en 2009 se registraron 26 transacciones entre ambos por 30.299 millones de pesos
Pero, además, Carlos Gutiérrez Robayo fue asesor en temas de ganadería en la finca del exembajador Fernando Sanclemente, donde se halló un laboratorio de coca, y era hasta su referencia comercial. Su trayectoria, con muchos lunares, es tan larga que también estuvo mencionado en el caso del carrusel de la contratación en Bogotá al haberle prestado plata a Manuel Nule Villa.
En 2020 el portal InsightCrime reveló que este empresario estaba muy relacionado con Guillermo León Acevedo Giraldo, alias Memo Fantasma y como si fuera poco, su padre el expolítico de Zipaquirá, Luis Gutiérrez, hizo negocios con David Murcia Guzmán, cabeza de la pirámide DMG.
Volviendo al caso actual, el de la exportación de ganado, esta columna conoció que con Wagyu Prime, Gutiérrez Robayo creó un modelo de negocio para traer a Colombia la mejor carne del mundo que es la wagyu y luego se asoció con Marco y Raúl Orozco de Vía Láctea y Frontera Vacana. Justamente lo que hacen ahora juntos es exportar carne de res congelada de ganado wagyú, criado y desarrollado en nuestro país para ser comercializado en países árabes.
Definitivamente es un negocio redondo que siempre les ha funcionado, porque nadie investiga si detrás de esas ventas hay algo más. Y es que dicen ser la mayor productora del ganado wagyú en el territorio colombiano, pero no se entiende cómo lograron ese estatus en tan solo tres años de existencia. La razón es que tienen a políticos y gente con mucho poder que los ayuda a “abrir los mercados” en Egipto, Líbano, Irak, Jordania, Emiratos Árabes y Arabia Saudita.
Incluso las embajadas colombianas los han promovido en esos países y los presentan como fuertes aliados de Fedegan y sus directivos. Así mismo, entraron a esos mercados con precios de carne y de ganado en pie con los que nadie podía competir, haciendo alarde de sus contactos gremiales y políticos, invitando a los clientes árabes a sus fincas de caballos finos, lujos y parrandas.
Fuentes le contaron a esta columna que Jaime Amín, anterior embajador de Colombia ante Emiratos Árabes, junto con José Félix Lafaurie, presidente de Fedegan, les hicieron un fuerte lobby comercial y social a estos empresarios de Wagyú Prime, Vía Láctea y Frontera Vacana en la feria GulFood 2020 desde el estand de Procolombia. También lo hicieron en posteriores eventos incluyendo ExpoDubai en 2021 y otra vez desde el pabellón de Colombia.
Después de la participación en esas ferias, curiosamente y de manera muy expedita, las empresas relacionadas con el señor Gutiérrez Robayo lograron concretar negocios para vender la carne a Dubai. Los árabes vinieron a Colombia gracias a que consiguieron fácilmente las visas para visitar a sus nuevos y flamantes proveedores y las embajadas no tuvieron ningún problema en entregarles las listas de clientes y bases de datos que los demás exportadores habían elaborado y manejado por años.
Todo esto evidencia el gran poder que ahora tienen en Colombia las empresas del venezolano Raúl Orozco en sociedad con Carlos Gutiérrez Robayo. Estos negocios, además, se estarían manejando desde Venezuela y en complicidad con generales de ese país que durante años se han enriquecido con el ganado o, por lo menos, usando animales para esconder lo que realmente hacen.
Un detalle adicional: revisando los registros del ganado que posee el señor Carlos Gutiérrez Robayo encontramos que tiene tres de los mejores sementales puros importados de Estados Unidos y uno de esos toros curiosamente se llama Don Alex. ¿Acaso le pusieron ese nombre en honor a don Alex Saab?
https://cambiocolombia.com/, Bogotá, 7 de febrero de 2023.