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Luis Felipe Henao    

Con menos ahorro, tenemos que pedir más plata prestada a extranjeros.

Este domingo comenzó el Mundial de fútbol, evento en el que se han visto grandes hazañas, pero también algunas vergüenzas como la ‘mano de Dios’ con la que Argentina logró ganar a Inglaterra y pasar a semifinales en 1986 con una trampa que fue celebrada como un hito, cuando fue una demostración de cómo el engaño puede triunfar en el mundo. Este mes, ya se comienza a hablar de un gol parecido que nos quieren meter a los colombianos: la reforma pensional.

Como vemos, la reforma planteada es ampliamente regresiva y afectará gravemente a los cotizantes en los fondos privados, lo cual es abiertamente inconstitucional y, además, desconoce sentencias muy importantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, como las del caso Asociación Nacional de Cesantes y Jubilados de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Ancejub-Sunat) vs. Perú, y sobre todo la de los 5 pensionistas vs. Perú, en la cual esa corte señaló que no puede haber regresividad en los derechos pensionales.

Jugar con las pensiones es un riesgo que podría costarle a Colombia su futuro económico como sucedió en la Argentina de Maradona, donde medidas populistas convirtieron a una nación rica en un país inviable macroeconómicamente.

Este gobierno parece embarcado en hacernos dar un viaje en el tiempo a los años ochenta, cuando la salud, las pensiones y la educación eran públicas y funcionaban muy mal, y no puede pensarse solamente que porque hayan pasado 30 años el Estado esté mejor. Si no, miremos los cientos de miles de tutelas que se ponen anualmente contra Colpensiones (por algo será). Al final, las nuevas reformas del Gobierno parecen no tocadas por la mano de Dios y quieren ser aprobadas a pupitrazo, metiendo goles contra la clase media colombiana.

https://www.eltiempo.com/, Bogotá, 5 de noviembre de 2022.

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