Nuestro país ha sido marcado por la violencia desatada por diferencias ideológicas y alimentada por el influjo de recursos provenientes de actividades ilícitas. Soy una mujer convencida de la necesidad de buscar caminos incruentos para la resolución de controversias y conflictos. Y esa creencia es la que me ha impulsado a trabajar con devoción por la consecución de una paz justa, sin impunidad, una paz real.
Creo, como lo hacia Albert Einstein, que la democracia es el ideal político. La democracia, en la que cada uno debe ser respetado como persona. En la que la fuerza de las buenas ideas, de las iniciativas loables siempre se anteponen a vanidades personales. Esa democracia que propende por un debate sereno he inteligente, en el que el imperio de los argumentos no da cabida a la descalificación.
Creo en la mujer como humanizadora por excelencia de la sociedad, nuestro papel en el momento actual no puede ser tratado desde una perspectiva reduccionista. Nosotras no necesitamos que nos brinden espacios simplemente por ser mujeres. Creo que necesitamos un cambio real. Nos merecemos la oportunidad de competir y construir en igualdad de condiciones y de posiciones, sin discriminación. La Paz, la vida en concordia, la construimos hombres y mujeres trabajando de la mano, complementándonos. La democracia se alimenta de los disensos, la humanidad evoluciona gracias a la confrontación de opiniones. Los choques de ideas enriquecen, estimulan el dialogo, incentivando el análisis crítico he invitan a la construcción de conclusiones, donde son tenidas en cuenta una gran cantidad de apreciaciones sobre una misma situación social.
Desde este espacio alzó mi voz para llamar la atención de los colombianos, para que unidos no desfallezcamos en la misión de hacer propuestas para poner fin a esta execrable oleada de violencia, que martiriza nuestra patria. Pero en especial alzo mi voz para que cada uno tenga como el principal propósito de su vida, la protección de la democracia y la consecución de una paz real.
https://margaritarestrepo.com/, Bogotá, 20 de septiembre de 2022.